jueves, 14 de abril de 2011

La economía alemana confirma que la crisis terminó para ella

BERLÍN.- Alemania elevó este jueves su previsión de crecimiento para este año, y confirmó su rol de feliz caballero solitario en una Europa a la que le cuesta, en su conjunto, recuperar el nivel previo a la crisis. 

La economía alemana crecerá más rápido de lo esperado este año 2011, con un aumento del Producto Interior Bruto (PIB) del 2,6%, en lugar del 2,3% estimado en enero, aseguró el ministro de Economía, Rainer Bruederle.
Alemania, primera economía europea y segundo exportador mundial después de China, sufrió duramente la crisis financiera. Su economía se contrajo casi un 5% en 2009.
Ahora, la notable recuperación se produce gracias a la fuerte demanda, en particular de los países emergentes, por las máquinas, productos químicos y automóviles 'made in Germany'.
Sin embargo, la contribución del comercio exterior en el crecimiento de Alemania es cada vez menos importante: representó 1,3 puntos de porcentaje el año pasado en un crecimiento del 3,6%, pero será de solamente 0,5 puntos este año, y de 0,3 el próximo, cuando se espera un aumento del PIB algo menor (+1,8%), según proyecciones del Gobierno.
"Es el ciclo clásico: la exportación da el impulso inicial, luego las inversiones y el consumo toman el relevo", explicó Rainer Bruderle. "La recuperación de Alemania está bien encaminada", añadió.
En efecto, en Alemania las empresas reinvierten los beneficios obtenidos de las exportaciones, y al mismo tiempo la buena situación del mercado de trabajo incita también a las familias -pese a que generalmente son poco dadas en este país al gasto- a consumir más, estimulando la demanda interna.
Todo ello "convierte en más resistente nuestra economía", se felicitó el ministro. "Teniendo en cuenta la evolución de los precios de las materias primas, de las catástrofes en Japón y de la crisis de la deuda en la zona euro, todo ello nos va a ayudar", añadió.
En 2009, la dependencia de Alemania respecto al comercio exterior había hundido a su economía en plena crisis, ya que padeció con dureza la caída de la demanda mundial. Con una caída de su PIB del 4,7%, Alemania se vio más afectada que la mayoría de sus socios y vecinos del continente.
Hoy, ocurre lo inverso. Reino Unido redujo recientemente su previsión de crecimiento para este año a 1,7%, Italia apuesta por apenas 1,1%, y España augura un 1,3%, una previsión demasiado optimista para algunos expertos.
Francia, por su lado, tiene una previsión de crecimiento para 2011 de 2%, pero redujo su estimación para el año próximo (2,25%), aludiendo a un entorno internacional aún incierto.
Es verdad que otros países de la Unión Europea (UE), como Polonia o Suecia, conocen muy buenos índices de crecimiento. Pero, igual que el año pasado, Alemania parece que seguirá asumiendo en 2011 el rol de locomotora de la economía europea, al menos en la zona euro.

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