sábado, 16 de abril de 2011

Los desequilibrios de siete grandes economías serán examinadas por el G-20

WASHINGTON.- La economía de siete grandes economías mundiales será analizada en detalle para reducir los desequilibrios que generan para la economía mundial, acordaron los países ricos y emergentes del G20. 

Los siete países en cuestión son cinco desarrollados, Alemania, Estados Unidos, Francia, Japón y Reino Unido y dos emergentes, India y China, según distintas fuentes consultadas por la AFP.
Uno de los criterios adoptados es que esos países deben pesar más del 5% de la economía del G20, es decir, un poco más del 4% de la economía mundial.
Los ministros de Finanzas y banqueros centrales acordaron "un conjunto de líneas directrices" que permitirán realizar "una evaluación profunda" de la naturaleza y los desequilibrios, y más tarde en el año un plan de acción que incluirá "medidas correctivas y preventivas".
Las "líneas directrices" acordadas en Washington "establecen valores de referencia para cada indicador disponible", según el comunicado final.
Esos indicadores son finanzas públicas, cuentas externas y ahorro y deuda del sector privado.
El G20, constituido de forma urgente en nuevo foro de coordinación económica mundial tras el estallido de la crisis financiera de 2008, pasa ahora a una fase más técnica en la que en principio sus países miembros se examinarán mutua y regularmente.
"Fue una reunión del G20 muy tranquila, muy constructiva", aseguró el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, cuyo país ostenta la presidencia del Grupo.
Pero la reunión de Washington, tras varios difíciles debates previos, no logró esconder las profundas diferencias internas.
El grupo no mencionó esfuerzos para establecer una lista de los miembros del G20 que se encuentran en las situaciones más riesgosas.
El G20 examinará los flujos de capital del sistema monetario internacional, pero no los controles que algunos países imponen para frenarlos, como Brasil.
"A fin de fortalecer el sistema monetario internacional, acordamos centrar nuestros trabajos -a corto plazo- sobre: el seguimiento de la evolución de la liquidez mundial; el análisis por países de los factores de acumulación de reservas; el fortalecimiento de la coordinación para prevenir los movimientos desordenados y el persistente desalineamiento de las tasas de cambio", precisaron los ministros en su comunicado.
Brasil propuso ante el G20 que todos los países adopten la libre fluctuación de monedas, algo a lo que China no respondió negativamente, aseguró el ministro de Finanzas, Guido Mantega.
Esas medidas, a la espera de una gran refundación del sistema monetario internacional, permitirían impedir "manipulaciones" de las monedas e incluso menos flujos de capital exterior, aventuró Mantega.
El ministro de Economía argentino, Amado Boudou, cuyo país no permite al Fondo que le examine las cuentas públicas en el marco del denominado proceso del Artículo IV, se alegró que el G20 acepte "herramientas distintas" de los países miembros para evaluarse mutuamente.
En el capítulo de materias primas, "hay un consenso que la volatilidad viene determinado por la especulación en mercados financieros", aseguró Boudou.
La próxima reunión del G20, sobre cuestiones de desarrollo, está prevista en Washington a finales de septiembre al margen de las reuniones del FMI y el Banco Mundial.

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