LISBOA.- Los líderes políticos de Portugal analizaron el miércoles el precio que tendrá que pagar el país por el abultado crédito internacional solicitado a fin de evitar la bancarrota, teniendo en cuenta la situación en que se encuentran Grecia e Irlanda tras su rescate del año pasado.
Los socios de la eurozona y el Fondo Monetario Internacional acordaron la semana pasada otorgar a Portugal un cuantioso crédito para evitar su inminente colapso financiero. El monto podría alcanzar 80.000 millones de euros (116.000 millones de dólares).
Empero, ese dinero tiene un precio elevado. El país tendrá que pagar intereses y adoptar drásticas medidas de austeridad que paralizarán el crecimiento y alentarán las protestas populares antes de los comicios de junio.Irlanda ha solicitado ya intereses más bajos por la ayuda recibida el año pasado, tras ser beneficiada Grecia con una modesta reducción en el costo del dinero prestado.
Los portugueses intentan por todos los medios evitar esa situación y los líderes políticos se reunieron en la residencial oficial del primer ministro en funciones José Sócrates, el palacio de Sao Bento, para analizar la estrategia en las negociaciones, que todas las partes desean completar para mediados de mayo.
Simon Telford, economista jefe del Centro para la Reforma Europea, un organismo de investigación con sede en Londres, dijo que "los anteriores rescates nada han solucionado" y que Portugal "está en lo cierto al negociar con dureza", porque las tasas de interés similares a las impuestas a Atenas y Dublín podrían ser autodestructoras.
"Existe el peligro de que los créditos sean girados a un interés pagadero, lo único que hará el rescate es empeorar las cosas", agregó.
Los gobiernos europeos temen que Grecia, Irlanda y Portugal se verán obligados a reestructurar su deuda soberana, una medida que alarmaría a los inversionistas que desean ven canceladas sus deudas en las fechas pactadas y prometidas.
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