BASILEA.- Los bancos centrales globales expresaron su preocupación el lunes sobre la reciente volatilidad del mercado de materias primas y dijeron que necesitan comprender su impacto en la inflación en un momento en el que algunas economías emergentes pueden estar recalentándose.
Jean-Claude Trichet, que preside las conversaciones en una reunión del Banco Internacional de Pagos, dijo que los responsables de política monetaria no habían hablado en profundidad sobre los problemas fiscales de Grecia, pero agregó que existía la opinión de que algunas economías avanzadas necesitaban mejorar sus finanzas.
"Hemos asociado, por supuesto, un recalentamiento potencial en las economías emergentes con una recuperación general confirmada a nivel global", dijo Trichet en una rueda de prensa posterior al encuentro.
"Tenemos este tema de los precios de las materias primas y en particular los precios del petróleo y de la energía con una volatilidad como la que hemos visto recientemente...consideramos esto una cuestión de gran importancia. Tiene un gran impacto en el IPC de todo el mundo".
En cuanto al tema de las oscilaciones de los precios del petróleo, Trichet, presidente del Banco Central Europeo, expresó que el gobernador del banco central de Arabia Saudí había dado garantías de que el primer exportador de petróleo mantendría unos suministros apropiados.
El petróleo registró una pérdida semanal récord la semana pasada de más de 16 dólares por barril.
El índice Reuters-Jeffries CRB, una referencia global de los precios de las materias primas, la semana pasada marcó su mayor caída semanal desde finales de 2008 con un descenso del 9 por ciento.
Trichet señaló que a pesar de que se esperaran algunos problemas en el camino, los responsables de política monetaria creían que la recuperación de la economía global seguía encarrilada.
Las rápidas recuperaciones - especialmente en economías emergentes como China e India - han reforzado el crecimiento de los precios, pero el avance del petróleo y de los precios de los alimentos despierta preocupaciones incluso en los estados occidentales en los que el crecimiento sigue débil.
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