SANTIAGO.- Parlamentarios y organizaciones sociales denunciaron más irregularidades en el proceso de evaluación medioambiental de un polémico megaproyecto energético en la Patagonia chilena.
El cuestionamiento apuntó al proceder del Ministerio de Vivienda (Minvu) con respecto al requerido visto bueno del denominado complejo de Hydroaysén, consistente en la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la sureña región de Aysén.
De acuerdo un funcionario de ese organismo, el Minvu habría presentado la semana anterior dos informes diametralmente opuestos en su apreciación técnica, uno negativo que rechazaba Hidroaysén y otro que al día siguiente le daba luz verde.
Ante el hecho, el presidente del Senado Guido Girardi criticó la postura de La Moneda de defender los intereses del empresariado por encima de los del país.
El diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, instó en ese sentido al gobierno a reparar en los resultados de la última encuesta sobre el tema, en la que el 70 por ciento de la población de Chile rechaza la construcción de represas en la Patagonia.
Según Marcelo Castillo, abogado del Consejo de Defensa de la Patagonia, existen otros antecedentes de cambios de informes para favorecer la puesta en marcha de Hidroaysén.
La práctica de incurrir de manera sistemática en manipulaciones de los procedimientos administrativos y de las normas regulatorias en materia ambiental han dejado a los ciudadanos legal y políticamente indefensos frente a un poder público y empresarial coludidos, manifestó asimismo el abogado Santiago Escobar.
Hidroaysén, impulsado por la empresa homónima que derivó de una fusión entre la trasnacional ENDESA y la chilena Colbún, está considerado como el plan energético más grande de Chile y su aprobación o desestimación definitiva debe ser definida antes del 17 de mayo próximo.
Fuerzas de la oposición chilena y organizaciones ambientalistas rechazan la megacentral por su impacto nocivo en más de una treintena de áreas protegidas del país.
Autoridades locales de Aysén sostienen que los habitantes de la Patagonia se oponen en forma mayoritaria al proyecto, porque saben que es lesivo no sólo en el aspecto ambiental, sino también cultural.
El cuestionamiento apuntó al proceder del Ministerio de Vivienda (Minvu) con respecto al requerido visto bueno del denominado complejo de Hydroaysén, consistente en la construcción de cinco centrales hidroeléctricas en la sureña región de Aysén.
De acuerdo un funcionario de ese organismo, el Minvu habría presentado la semana anterior dos informes diametralmente opuestos en su apreciación técnica, uno negativo que rechazaba Hidroaysén y otro que al día siguiente le daba luz verde.
Ante el hecho, el presidente del Senado Guido Girardi criticó la postura de La Moneda de defender los intereses del empresariado por encima de los del país.
El diputado y presidente del Partido Comunista, Guillermo Teillier, instó en ese sentido al gobierno a reparar en los resultados de la última encuesta sobre el tema, en la que el 70 por ciento de la población de Chile rechaza la construcción de represas en la Patagonia.
Según Marcelo Castillo, abogado del Consejo de Defensa de la Patagonia, existen otros antecedentes de cambios de informes para favorecer la puesta en marcha de Hidroaysén.
La práctica de incurrir de manera sistemática en manipulaciones de los procedimientos administrativos y de las normas regulatorias en materia ambiental han dejado a los ciudadanos legal y políticamente indefensos frente a un poder público y empresarial coludidos, manifestó asimismo el abogado Santiago Escobar.
Hidroaysén, impulsado por la empresa homónima que derivó de una fusión entre la trasnacional ENDESA y la chilena Colbún, está considerado como el plan energético más grande de Chile y su aprobación o desestimación definitiva debe ser definida antes del 17 de mayo próximo.
Fuerzas de la oposición chilena y organizaciones ambientalistas rechazan la megacentral por su impacto nocivo en más de una treintena de áreas protegidas del país.
Autoridades locales de Aysén sostienen que los habitantes de la Patagonia se oponen en forma mayoritaria al proyecto, porque saben que es lesivo no sólo en el aspecto ambiental, sino también cultural.
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