sábado, 7 de mayo de 2011

El Gobierno griego reitera que no baraja abandonar la zona euro

ATENAS.- El Gobierno griego reiteró hoy que no baraja abandonar la eurozona ni volver a introducir su propia moneda, desmintiendo la información publicada ayer por el portal digital del semanario "Der Spiegel".

En un comunicado del Ministerio de Finanzas, se informa también de que el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu, participó anoche en una reunión extraordinaria en Luxemburgo para discutir sobre la crisis financiera helena.
Esa reunión, "que convocó el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, se celebró con motivo del encuentro entre los ministros de Finanzas de la eurozona que participan en el G-20", informa el Ministerio.
Añade que "el ministro (griego) fue convocado para participar con el fin de intercambiar opiniones sobre los acontecimientos económicos en Grecia".
"Es completamente obvio que en ese encuentro no se consultó ni se debatió sobre la permanencia de Grecia en la eurozona, como habían difundido de forma irresponsable y por sus propios motivos los medios de información extranjeros", dice el comunicado.
El periódico ateniense "Ta Nea", informó hoy de que en ese encuentro se examinó la crisis de la deuda de los países de la divisa común y el déficit presupuestario de Grecia, Irlanda y Portugal.
Las fuentes del periódico señalan que en la reunión se trató sobre la prolongación del plazo de pago de la deuda griega, que incluye la devolución del préstamo de la eurozona y del Fondo Monetario Internacional (FMI) por valor de 110.000 millones de euros recibido en 2010.
Según las fuentes del periódico, "no se descartó que se hayan examinado las opciones relacionadas con una quita (reestructuración) de la deuda griega".
Los colegas de Papaconstantínu parecen haber pedido a Grecia que haga más severas las condiciones del programa de recuperación griego y se conversó sobre la extensión del periodo de supervisión extranjera de la economía mas allá de 2012.
Los sindicatos mayoritarios ya han convocado para el miércoles 11 de mayo una huelga general de 24 horas en protesta contra las nuevas medidas del gobierno para alcanzar sus objetivos de reducir el déficit a menos del 3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Según Ta Nea, "el gobierno griego desea que la zona del euro se comprometa en apoyar a Grecia si no logra en 2012 regresar a los mercados para obtener los 27.000 millones de euros que necesita para pagar sus deberes de deuda".
El déficit en 2010 fue mayor de lo esperado, con un 10,5 % del PIB y a una deuda que se espera que se alce al 160 % en 2012, por lo que los mercados ponen en duda que Grecia sea capaz de cumplir con sus compromisos de pago.
Por su parte, el primer ministro de Grecia, Yorgos Papandréu, reiteró hoy que no se ha planteado que Grecia pueda salir de la eurozona y criticó a los "irresponsables" que siembran "el miedo" con fines especulativos.
Papandréu reafirmó desde Meganisi, en Grecia occidental, que en una reunión extraordinaria anoche en Luxemburgo, convocada por el presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, "no se discutió la salida de Grecia del euro".
Papandréu criticó a quienes "de forma irresponsable tenían intención de sembrar el miedo, incluso con el propósito de especular".
"Pido a todos a que dejen tranquila a Grecia para que haga su trabajo", dijo Papandréu.
En las últimas doce horas Grecia ha desmentido tres veces que hubiera barajado abandonar la eurozona y volver a introducir su propia moneda, rechazando la información publicada ayer por el portal digital del semanario Der Spiegel.
Los ministros de Economía y Finanzas de Francia, Italia, Alemania y España se reunieron en secreto anoche en Luxemburgo para tratar los problemas económicos de Grecia, confirmó hoy a Efe un portavoz del Gobierno de Luxemburgo.
En la reunión participó también el ministro de Finanzas griego, Yorgos Papaconstantínu; el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jeand-Claude Trihet, y el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rhen.
La situación económica en Grecia fue uno de los temas abordados en el encuentro aunque no el único, subrayó el portavoz.
Uno de los llamados "cinco sabios" que asesoran al Gobierno federal alemán en materia económica ha acusado por su parte al Banco Central Europeo (BCE) de fomentar injustificadamente el pánico en relación con la reestructuración de la deuda griega.
"En vez de reflexionar sobre soluciones con los menos daños colaterales posibles, el BCE no hace sino fomentar el pánico", asegura el profesor de la Universidad de Friburgo Lars Feld, miembro del escogido grupo de los "cinco sabios".
Las críticas de Feld, en declaraciones que publica hoy el diario "Badischen Zeitung", están relacionadas con las advertencias del BCE contra un recorte de la deuda griega por su temor a un desastre como el provocado en 2008 por la quiebra del banco estadounidense Lehman Brothers.
Feld acusa al presidente del BCE, el francés Jean Claude Trichet, de rechazar ese recorte de la deuda ante el hecho de que los acreedores se verían obligados a renunciar a una parte de su dinero.
"En mi opinión Trichet teme pasar a la historia como el presidente del Banco Central Europeo al que se responsabilizaría de una catástrofe financiera", afirma Feld, quien recuerda que Trichet abandona el cargo en otoño y desea hacerlo de manera impoluta.
El director del Instituto Walter Eucken de la Universidad de Friburgo considera necesaria e inevitable la reestructuración de la deuda griega ante su elevada carga.
Feld propone prolongar los plazos de vencimiento de la deuda griega, aunque ello traiga consigo renuncias por parte de los acreedores.
Además considera imprescindible que el fondo de rescate conceda a Grecia créditos de bajo interés para que el propio Gobierno de Atenas pueda recomprar su propia deuda.

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