miércoles, 18 de mayo de 2011

La Unión Europea empieza a preparar su pugna por mantener a un europeo en el FMI

BRUSELAS.- La UE empezó este martes a tomar sus distancias con Dominique Strauss-Kahn y a plantearse su sucesión anticipada al frente del FMI, un puesto clave que el bloque pretende reservar para uno de los suyos, con el nombre de la francesa Christine Lagarde sonando con fuerza en Bruselas.

Oficialmente, Dominique Strauss-Kahn sigue siendo director de la poderosa institución basada en Washington pero su inculpación por agresión sexual, retención ilegal y tentativa de violación puede precipitar su partida, prevista para mediados de 2012 antes de que fuera arrestado el sábado en Nueva York.
Y Christine Lagarde, de 55 años, actual ministra francesa de Finanzas y apreciada por los grandes banqueros mundiales, se perfiló de inmediato como la aspirante europea con más opciones a sucederle.
"El sentimiento es que Europa no debe ceder" en la batalla por el reemplazo de Strauss-Kahn y Lagarde es una "candidata claramente creíble", indicaron fuentes diplomáticas en Bruselas.
Lagarde "está a la espera" de que Nicolas Sarkozy decida si presenta su candidatura, puesto que la costumbre marca que sean los jefes de Estado y de Gobierno quienes propongan a los aspirantes a la dirección del Fondo Monetario Internacional (FMI), dijeron las mismas fuentes.
Interrogada sobre esa posibilidad, la propia Lagarde se negó a hacer comentarios, mientras que fuentes de su entorno aseguraron que "no está sobre la mesa".
Pero la prensa alemana también mencionaba este martes el nombre de la ministra, indicando que Berlín apoyaría su candidatura, pese a que cuatro de los 11 directores que ha tenido el FMI desde su creación en 1946 han sido franceses.
La posible apertura de una investigación en un caso de supuesto abuso de poder en Francia podría en cambio pesar en contra de la ministra.
Los rotativos germanos también barajaron a Josef Ackerman, director ejecutivo del Deutsche Bank, y Thomas Mirow, presidente del Banco Europeo de Reconstrucción y Desarrollo (BERD), como posibles aspirantes.
Los nombres del mexicano Agustín Carstens, gobernador del Banco Central de México, y del ex ministro turco de Finanzas Kemal Dervis eran contemplados como figuras de compromiso si los países emergentes logran imponer a uno de los suyos.
Pero Europa trata de dejar claro que está dispuesta para la batalla.
La canciller alemana, Angela Merkel, señaló que hay "buenas razones" para que un europeo ocupe ese puesto estratégico, especialmente en un momento en que el FMI desempeña un papel crucial en la crisis de la deuda soberana en la zona euro.
El FMI financia un tercio de los rescates aprobados en 2010 para Grecia e Irlanda, además del paquete de ayuda adoptado el lunes para Portugal.
"Es razonable que el director del FMI sea europeo, puesto que somos los primeros contribuyentes" del fondo, recordó en Bruselas la ministra española de Economía, Elena Salgado, mostrando su preferencia por una mujer porque "hay una escasa presencia (femenina) en los puestos de responsabilidad".
Por ahora, el número dos del FMI, el estadounidense John Lipsky, que ya había anunciado su marcha del organismo el 31 de agosto, asume las funciones de Strauss-Kahn, mientras éste permanece en prisión en Nueva York.
Según Salgado, es el propio Strauss-Kahn quien debe decidir si continúa en el cargo: "Confiamos en que utilice su mejor criterio en este caso al menos, en otros no parece que lo haya utilizado", lanzó.

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