BRUSELAS.- La Comisión Europea se apresta a reducir drásticamente la lista de países a los que le da un trato comercial preferente, según un proyecto de ley conocido anoche.
Más de 60 países, entre ellos potencias comerciales como Brasil, Argentina y Rusia y naciones pobres como Ghana, Kenia y Zimbabue, perderán su derecho a menores aranceles al acceder al mercado europeo, según el documento.
La propuesta es un primer paso en los intentos de la UE por reformar las tarifas destinadas a ayudar a los países pobres mientras protege sus propios intereses industriales y formaliza lazos con socios comerciales. Se espera que esta reforma dure hasta fines del 2013.
Previsto para ser dado a conocer el martes por el jefe de comercio de la UE, Karel De Gucht, el proyecto de reforma del denominado Sistema Generalizado de Preferencias (SGP) ya ha generado críticas, tanto del campo proteccionista europeo por extender las rebajas tributarias como de los productores extranjeros y los importadores de la UE.
"Si se adopta, esto le costará millones a los exportadores sauditas, malasios, argentinos, brasileños y rusos, así como a sus clientes en la UE", afirmó Nikolay Mizulin, abogado comercial del bufete Hogan Lovells.
Los países que ya han llegado a acuerdos comerciales con la UE, entre los que se cuentan muchas economías pobres, serán excluidos de la reforma arancelaria.
También lo serán los estados "clasificados por el Banco Mundial como país de altos ingresos o de ingresos medio-altos durante tres años consecutivos", según el proyecto.
Para los cerca de 85 países que califiquen -como India y Pakistán-, se les extenderán las menores tarifas aduaneras.
El plan eleva el límite de la cantidad que un país puede exportar a la UE manteniendo los bajos aranceles, desde el 15 por ciento de participación en el mercado de la UE actual a 17.5 por ciento.
Para los textiles -un sector sensible dada la producción interna-, el techo se elevará a 14.5 por ciento desde 12.5 por ciento. Esto beneficia a India en particular.
El plan establece un freno de emergencia en caso de un súbito incremento en las importaciones, pero no está claro si esto aplacará a la industria de la UE.
La semana pasada, altos funcionarios de la UE llamaron a De Gucht a rebajar el umbral de las importaciones que active el freno, una demanda que fue cumplida sólo parcialmente en la propuesta.
Si es aprobado el plan, los recortes arancelarios le costarán a la UE cerca de 2 mil 970 millones de euros en ingresos aduaneros no percibidos, según el proyecto.
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