miércoles, 11 de mayo de 2011

Los griegos salen a la calle a protestar contra la austeridad y las privatizaciones

ATENAS.- Los griegos salieron este miércoles a las calles, con motivo de la huelga general convocada por los sindicatos, para protestar contra las medidas de austeridad y las privatizaciones decididas por el gobierno socialista que trata de obtener una ayuda internacional adicional para evitar la reestructuración de la deuda. Miles de manifestantes empezaron a salir a las calles este miércoles en Atenas para protestar contra los sacrificios impuestos al país, convocados por las centrales sindicales GSEE para el sector privado; Adedy, de los funcionarios, y el frente sindical comunista Pame.

Un importante contingente policial fue desplegado en el recorrido de las marchas, tradicionalmente salpicadas de violencia imputada a grupos autónomos, como la ocurrida el 5 de mayo de 2010 en que murieron tres empleados de banca asfixiados en el incendio provocado por un cóctel Molotov.

Esta segunda huelga del año, y la novena desde que se inició la crisis griega, interrumpió el tráfico aéreo a lo largo de la mañana tras la decisión de los controladores de parar sus actividades. Las dos compañías griegas, Olympic Air y Aegean, anularon varios vuelos. Los transbordadores que enlazan las islas también quedaron amarrados en los puertos, y los trenes permanecieron en las estaciones, incluido el que va al aeropuerto de Atenas. 

Los sindicatos protestan contra el endurecimiento de la cura de austeridad, que está siendo acompañada por la intensificación de las privatizaciones (15.000 millones de euros anunciados a mediados de abril por el Gobierno), un plan que está siendo actualmente evaluado y discutido por representantes de los acreedores del país, la zona euro y el Fondo Monetario Internacional (FMI), presentes en Atenas.

"Estamos en huelga contra la política aplicada y las nuevas medidas que afectan unilateralmente a los trabajadores y el empleo y no a los ricos ni a los banqueros ni a todos aquellos que han causado la crisis y que se aprovechan de ella", indicó Stathis Anestis, secretario general adjunto de la GSEE. 

"Después de un año (de ayuda internacional), estamos peor, el desempleo se ha disparado, los salarios están en su nivel más bajo y lo peor es que no se ve ninguna perspectiva de salida" de la crisis, agregó.

Para Héléni Boubouna, de 42 años y militante de izquierda que trabaja en el sector privado, la ayuda concecida por la UE y el FMI ha llevado a la "debacle". "De los 110.000 millones de euros, no ha ido a parar nada para las necesidades de la gente, solo pagamos los intereses de la deuda", dijo al tiempo que pidió que el país "cese el pago" de la deuda. 

"No a la dilapidación", indicaban algunas pancartas criticando el programa de privatizaciones que prevé abrir el capital de grandes grupos estatales (electricidad o agua entre otros) para reducir la deuda que ha superado los 340.000 millones de euros y debe rondar el 152% del PIB para finales de año.

"Si fuera en provecho del Estado, estaríamos dispuestos a estas concesiones, pero nos venden para reembolsar a nuestros acreedores", lamenta Tassoula Carabina, de 48 años, empleada del grupo eléctrico DEI-PPC.

Las medidas adoptadas el pasado año condicionadas al préstamo de 110.000 millones de euros de la UE y el FMI han agravado la recesión y aumentado el desempleo. Tampoco han logrado restablecer el acceso del país a los mercados, que imponen unos intereses de más del 15%. 

"El programa de reformas ha fracasado", analizó este miércoles para AFP Platon Monokroussos, economista del Eurobank, quien asegura que el Gobierno está negociando un "nuevo acuerdo", que trata de evitar el reescalonamiento de la deuda griega.

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