sábado, 25 de junio de 2011

Bélgica trata de distanciarse de la periferia de la Unión Europea

BRUSELAS.- Los dos principales políticos de Bélgica se reunirán el lunes con inversores en Londres como parte de una ofensiva amistosa para distanciar al país de las economías de la periferia de Europa. El territorio belga se ubica en medio de los países rescatados de la periferia de la zona euro, como Grecia y Portugal, y de países con calificación de crédito AAA como Alemania.
 
Su deuda es casi equivalente a su producción y, cuando ha transcurrido más de un año desde las elecciones, los políticos aún están discutiendo cómo formar un Gobierno de coalición.
El primer ministro Yves Leterme y el ministro de Finanzas Didier Reynders llegarán a la capital británica el lunes para presentar las finanzas del país a los inversores.
"Es para mostrar la diferencia con otros países", dijo un portavoz de Leterme. "Ir y entregar este mensaje en persona es una señal fuerte", manifestó.
Una fuente dijo que aunque no se planea una transacción junto a la visita, era esencial que las autoridades del país se mantengan en contacto con inversores debido a las volátiles condiciones de mercado.
Este año, Bélgica espera un crecimiento de su Producto Interior Bruto en un 2,6 por ciento, frente al rango de entre un 1,5 y un 2,3 por ciento esperado para la zona euro en general, según cifras del banco central belga.
Sin embargo, los inversores se muestran cada vez más preocupados de que sus créditos a bancos en toda Europa pudieran volverse incobrables si Grecia incurre en una suspensión de pagos de su deuda.
El jueves, los inversores sacaron 3.600 millones de dólares en activos de fondos "prime" o fondos de mercados monetarios no invertidos en bonos del Tesoro estadounidense, que invierte en títulos emitidos por bancos no estadounidenses, según Crane Data, una firma de investigación que sigue a la industria de los fondos de dinero.
Los bancos y los encargados de las políticas monetarias se acercaron el viernes a un acuerdo para ayudar a Atenas a asegurarse fondos, pero podría haber problemas con una votación que se realizará la semana próxima en el Parlamento sobre los planes de austeridad griegos.
El coste de endeudamiento de Bélgica ha subido por el temor acerca de la sostenibilidad de su deuda nacional, que el banco central espera sea de un 96,1 por ciento del PIB 2011.
El diferencial entre las cantidades demandadas por los inversores para comprar bonos belgas y los bonos referenciales alemanes llegó a un máximo en la era del euro de casi 1,5 puntos porcentuales en noviembre. Sin embargo, desde entonces han regresado a poco más de un 1,3 por ciento.
Tanto Fitch como Standard & Poor's amenazaron con reducir la calificación de crédito de Bélgica de AA+, por el temor a que su incapacidad de formar un Gobierno amenace los objetivos de reducción de déficit y de deuda.
Pero S&P dijo el mes pasado que no se tomaría una decisión hasta finales del año próximo.

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