MADRID.- El ex director ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI) Humberto Arbulu Neira ha considerado positiva y "recomendable" la propuesta acordada por el Gobierno y los bancos franceses de intercambiar los bonos griegos de estas entidades por otros que aplacen el vencimiento en 30 años, aunque ha advertido de que la negociación no es "simple" y debe dejar claro que no se ha caído en un 'default'.
Durante una conferencia en la Universidad CEU San Pablo, Arbulu Neira remarcó que, aunque este aplazamiento abre unas perspectivas más halagüeñas para las cuentas griegas, no significa que la operación, de realizarse finalmente, vaya a ser sencilla. "No es algo fácil de negociar", insistió.
A este respecto, subrayó que es crucial que quede claro que el intercambio de bonos es "un acuerdo voluntario", ya que de no ser así las agencias de calificación crediticia "pueden considerar que los nuevos bonos han caído en default", lo que conllevaría graves consecuencias para las carteras de las entidades acreedoras.
Asimismo, Arbulu Neira recordó que la experiencia en América Latina subraya que la opción de aliviar el peso de la deuda de los países mediante un intercambio de bonos fue una "vía útil" para superar los problemas en la región.
En este sentido, insistió en que esta medida "funcionó" y añadió que, en el caso de los países latinoamericanos durante los años 80 y 90, una vez que el "ajuste fiscal y financiero comenzó a agotarse", se llegó a la conclusión de que era la "única alternativa".
Por otro lado, instó a tener cuidado a la hora de afirmar que una vuelta al d-racma es el camino más apropiado para la solución de los problemas financieros en Grecia. "Cuando se devalúa la moneda hay que vigilar que la devaluación sea real y no se pase a la inflación. La única manera de hacerlo es a través de un doloroso ajuste fiscal", explicó.
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