domingo, 5 de junio de 2011

El Papa respalda candidatura de Croacia a la Unión Europea

ZAGREB.- El Papa Benedicto XVI ofreció un firme respaldo a Croacia para que se integre a la Unión Europea, aunque destacó que entiende a aquellos que temen la "burocracia excesivamente centralizada" del bloque de naciones.

Es ésta la primera visita del pontífice a Croacia, un país mayoritariamente católico que se apresta a integrarse a la Unión Europea. El Vaticano ha respaldado fuertemente esa integración, ansioso por tener en el bloque de 27 miembros a otro país con valores católicos y ayudar al proyecto de Benedicto XVI de reavivar en Europa el sentido de su patrimonio cristiano.
 El Papa hizo estos comentario en Croacia, un país católico que fue visitado por su predecesor, el Papa Juan Pablo II en tres ocasiones.
Benedicto XVI llegó el sábado por la mañana y pasó el fin de semana en Zagreb para festejar el día nacional de la familia, promovido por la Iglesia Católica local.
Croacia deberá enterarse en este mes o el próximo si las negociaciones encaminadas a integrarse a la Unión Europea pueden ser concluidas.
El largo proceso ha molestado a varios con respecto a su membresía, pero el Papa Benedicto XVI indicó que el ingreso de Croacia era "lógico, justo y necesario".

 En defensa de la familia

Benedicto XVI concluyó este domingo su visita a Croacia criticando lo que llamó la "desintegración" de la vida familiar en Europa y llamó a las parejas a comprometerse en matrimonio y tener hijos.
  El pontífice hizo énfasis en la importancia de los valores católicos familiares, incluyendo la oposición al aborto, durante una misa al aire libre ante unas 400.000 personas en el hipódromo de Zagreb, el punto culminante de su viaje para marcar el día nacional de la familia promovido por la Iglesia local.
Los fieles, que acudieron en gran cantidad de todas partes de Croacia y países vecinos, arribaron antes del amanecer al campo, que estaba enlodado a causa de aguaceros la noche previa.
El sol se coló entre las nubes cuando Benedicto XVI celebró la misa ante una multitud de fieles que ondeaban banderitas, cuya cantidad excedía los cálculos de 300.000 y cuya devoción pareció impresionar profundamente al pontífice.
Luego de la ceremonia, el Papa oró ante la tumba de un cardenal de la Segunda Guerra Mundial venerado por los católicos por oponerse al comunismo, pero criticado por los judíos por simpatizar con los nazis.
Pero aunque Croacia es casi un 90% católica, permite algunos derechos legales para parejas homosexuales, y, gracias a los remanentes de la legislación de la era comunista, tolera el aborto hasta con 10 semanas de embarazo y posteriormente con el consentimiento de una comisión médica especial. En otras partes de Europa, incluyendo Italia, hay menos matrimonios y más parejas simplemente deciden vivir juntos.
En su homilía —pronunciada en su mayor parte en italiano y traducida al croata-, Benedicto XVI lamentó "la creciente desintegración de la familia, especialmente en Europa", y exhortó a las parejas jóvenes a resistir "esa mentalidad secularizada que propone vivir juntos como preparación, o incluso substituto del matrimonio".
"¡No tengan miedo de comprometerse con otra persona!", afirmó.
Llamó a los padres a reafirmar la inviolabilidad de la vida, desde la concepción hasta la muerte natural, el lenguaje usado por el Vaticano para expresar su oposición al aborto, diciéndoles: "Queridas familias, regocíjense en la paternidad y en la maternidad!".
También los exhortó a respaldar la legislación que respalda a las familias "en la tarea de tener hijos y educarlos".

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