MÁLAGA.- José Manuel González-Páramo, miembro del comité ejecutivo del Banco Central Europeo (BCE), ha declarado que en la "nueva normalidad" del sector financiero el crédito crecerá a ritmos más moderados que en el pasado y su coste será algo mayor.
Los cambios que se producirán en el "retorno a la normalidad" que ha mencionado hoy, con motivo de su investidura como doctor honoris causa por la Universidad de Málaga, estarán relacionados con un menor crecimiento potencial y un severo reajuste de sectores, como el inmobiliario y la construcción, en muchos países.
También ha subrayado que tras la experiencia de la crisis, los nuevos estándares crediticios impondrán valoraciones más rigurosas y conservadoras de activos e inmuebles ofrecidos como garantía del crédito, además de un encarecimiento del coste de la intermediación financiera, debido a las nuevas regulaciones de capital y liquidez.
En esta línea, González-Páramo ha explicado que los bancos centrales tenderán a evitar períodos de tipos de interés demasiado bajos mantenidos durante demasiado tiempo, puesto que se ha aprendido de las "nefastas consecuencias" de estas políticas sobre el grado de fragilidad del sistema financiero.
Ha concretado que para alcanzar esa "nueva normalidad" los gobiernos tendrán que acometer retos "difíciles" como es la salida de las medidas expansionistas a gran escala para respaldar a la economía a corto plazo.
En materia de empleo, González-Páramo ha declarado como "necesario y urgente" el saneamiento de las finanzas públicas para proteger la sostenibilidad a largo plazo y garantizar la confianza, que se trata de un "prerrequisito" para volver a crecer y crear empleo.
"Las perspectivas a lo largo de un crecimiento sostenible y fuerte, tanto de la economía como del empleo, dependen en gran medida de la determinación de las autoridades para emprender reformas estructurales", ha comentado el exmiembro de la comisión ejecutiva del Banco de España.
Ha argumentado la necesidad de medidas de apoyo dentro de los mercados de bienes y servicios, y en el ámbito laboral, requisitos fundamentales como la moderación salarial, los incentivos para crear empleo, sin disuadir a los más jóvenes, y mayor flexibilidad para adaptar horas y retribuciones a la situación de las empresas.
En su discurso, en el que ha comparado los motivos y el contexto de la crisis actual respecto a la del 29, también ha valorado la política monetaria de la zona euro, donde ha determinado que el reto continúa siendo el reequilibrio de las finanzas públicas.
Por ello, ha mencionado que a pesar de que Europa se encuentre en el foco "más visible" de tensiones a nivel global, no se trata de una crisis del euro, sino de confianza de los mercados en el compromiso de algunos países con las exigencias del euro.
González-Páramo ha especificado que la única indignación que tiene sentido y que la sociedad se merece es la realidad del desempleo, el cual debería ser el catalizador de las reformas necesarias.
"Chivos expiatorios no faltan, pues el ansia de evadir responsabilidad es humana", ha puntualizado el miembro del BCE tras mencionar que los indignados señalan con el dedo a responsables políticos, los mercados, banqueros o el euro como motivos de la crisis actual.
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