viernes, 10 de junio de 2011

Trichet defiende las "sólidas" finanzas de la zona euro

FRANCFORT.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean Claude Trichet, ha defendido la solidez de las finanzas públicas de la eurozona en su conjunto y cree que cumplirá con el objetivo de reducir el déficit hasta el 3% del PIB en 2013, aunque también ha advertido de que "no hay razón para la autocomplacencia" y es necesario seguir adoptando medidas. 

   "Por supuesto, no hay absolutamente ninguna razón para la autocomplacencia en la zona euro. Aún queda mucho por hacer, especialmente en términos de creación de empleo, reducción del nivel de paro y aumento del potencial de crecimiento de Europa", afirmó Trichet en una conferencia en Fráncfort.
   Sin embargo, el presidente del BCE también reconoció que la eurozona ha actuado en muchas áreas como un "catalizador" para los cambios estructurales y señaló que, si los estados miembros de la zona euro asumen el reto del ajuste, "tendremos todos los motivos para confiar en el futuro".
   En este sentido, subrayó que las recientes previsiones indican que la zona euro en su conjunto está en el buen camino para reducir el nivel de déficit hasta el objetivo de 3% en 2013 y poner fin a las dinámicas negativas de deuda causadas por la crisis financiera.
   Trichet defendió que las finanzas públicas en la zona euro en su conjunto son "sólidas" y recalcó que, como en otros países, la crisis financiera ha dejado su huella en el déficit gubernamental y la deuda pública. De hecho, remarcó que el déficit fiscal para la zona euro este año está previsto que sea menos de la mitad del de Estados Unidos o Japón.
   Asimismo, también lanzó un mensaje a aquellos que cuestionan la viabilidad de la eurozona como un conjunto de países con una divisa común debido a la heterogeneidad económica de sus miembros, ya que los resultados de estos años demuestran que están "equivocados". "En los últimos doce años, la heterogeneidad en la zona euro y en Estados Unidos ha sido bastante similar", explicó.
   El presidente del BCE también hizo hincapié en la situación de aquellos países que aún tiene que implementar más reformas estructurales de gran alcance y señaló que tienen unas perspectivas de crecimiento relativamente bajas después de la crisis, que están relacionadas con un deterioro de la competitividad, debido, por ejemplo, a unos continuados costes laborales unitarios por encima de la media.  
   Por otro lado, volvió a insistir en la necesidad de una mayor velocidad y automaticidad en el mecanismo de sanciones, especialmente en el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aunque también en un términos más generales de vigilancia de la política macroeconómica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario