viernes, 3 de junio de 2011

El acuerdo sobre el plan de ajuste deja vía libre para el segundo rescate de Grecia

BRUSELAS.- El acuerdo alcanzado este viernes entre las autoridades griegas y la misión de la Comisión Europea, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE) sobre un nuevo plan de ajuste fiscal permitirá desbloquear el pago a finales de julio de un nuevo tramo de 12.000 millones de euros del actual rescate de 110.000 millones.

   Pero el pacto también abre la vía para un segundo rescate de Grecia, que ascenderá a alrededor de 65.000 millones de euros para 2012 y 2013 según diversas estimaciones.
   El programa acordado incluye nuevas medidas de ajuste fiscal, sobre todo subidas de impuestos y eliminación de exenciones, por valor de 6.400 millones para 2011. También se acelera el plan de privatizaciones por valor de 50.000 millones de euros.
   El segundo rescate resulta imprescindible porque la UE ha admitido que Atenas no podrá financiarse en los mercados el año que viene como estaba previsto. Y el FMI ha amenazado con bloquear su parte del tramo de junio (3.300 millones) si no hay garantías de que Grecia seguirá siendo solvente los próximos 12 meses.
   Después de que el primer ministro griego, George Papandreu, haya presentado el nuevo plan de ajuste el viernes por la tarde al presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, el segundo rescate de Grecia se aprobará durante la reunión de ministros de Economía de la UE prevista para el 20 de junio en Luxemburgo.
   La principal incógnita sigue siendo cómo se orquestará la exigencia de Alemania de que los bancos privados participen también, aunque voluntariamente, en este nuevo programa de asistencia a Atenas. Berlín no quiere que toda la carga recaiga sobre los contribuyentes.
   Tanto Juncker como la Comisión han abogado por una "reestructuración suave" de la deuda griega. Esta "reprogramación" de los bonos griegos consistiría en extender su vencimiento para dar a Atenas más tiempo para pagar, pero sin aplicar quita.
   Pero el BCE se ha opuesto frontalmente a esta opción por considerarla equivalente a una reestructuración total y ha avisado de que no sólo tendría consecuencias muy graves para Grecia sino que provocaría un efecto contagio en la eurozona.
   No obstante, en los últimos días el Banco ha aceptado una forma de participación del sector privado en el segundo rescate griego. Consistiría en un acuerdo voluntario según el cual los bancos se comprometerían a comprar nuevos bonos griegos durante los próximos dos años cuando venzan los que tienen en sus balances.

No hay comentarios:

Publicar un comentario