jueves, 16 de junio de 2011

El BCE insiste en mantener "una extrema vigilancia" sobre la inflación

FRANCFORT.- El Banco Central Europeo (BCE) ha constatado que aún se mantienen las presiones al alza sobre la inflación, debido principalmente a los precios de la energía y las materias primas, elevando los riesgos para las perspectivas de estabilidad de precios, por lo incidió en que resulta "esencial" mantener una "extrema vigilancia" ('strong vigilance').

   Según recoge en el editorial de su Boletín Mensual, el Consejo de Gobierno del BCE actuará "con firmeza y en el momento oportuno" para hacer frente a estos riesgos y adoptará "todas las medidas" necesarias para evitar que la evolución reciente de los precios dé lugar a presiones inflacionistas generalizadas.
   El BCE decidió en su reunión del mes de junio mantener los tipos de interés de la zona euro en el 1,25%, después de haberlos subido en un cuarto de punto en la reunión del mes de abril tras casi dos años en mínimos históricos, aunque el empleo por parte de su presidente, Jean Claude Trichet, del término 'strong vigilance' en la rueda de prensa posterior al consejo sugiere que el BCE subirá los tipos de nuevo en el mes de julio.
   Asimismo, el instituto emisor europeo subraya que los últimos datos confirman que se mantiene el positivo dinamismo subyacente de la actividad económica de la zona del euro, aunque advierte de que la incertidumbre "continúa siendo elevada".
   La institución presidida por Jean Claude Trichet también remarca que la orientación de la política monetaria sigue siendo acomodaticia, prestando apoyo a la actividad económica. Además, apunta que la liquidez monetaria sigue siendo amplia, con potencial para acomodar presiones sobre los precios en la zona del euro.
   En este sentido, insiste en que el Consejo de Gobierno sigue teniendo la "clara determinación" de garantizar el firme anclaje de las expectativas de inflación en la zona del euro, en consonancia con el objetivo de mantener la inflación en tasas inferiores, aunque próximas al 2% a medio plazo, lo que constituye un requisito indispensable para que la política monetaria pueda seguir contribuyendo al crecimiento económico y a la creación de empleo en la zona del euro.
   En lo que respecta a las políticas fiscales, advierte de que es necesario que muchos países refuercen sus objetivos presupuestarios con medidas concretas de consolidación para corregir sus déficits excesivos en los plazos acordados. "Todas las partes que intervienen en la elaboración de los presupuestos nacionales para 2012 deben garantizar que cumplen plenamente la exigencia de respaldar la confianza en las políticas fiscales", añade.
   Asimismo, también apunta que, en vista de las actuales presiones de los mercados financieros, resulta "indispensable" que se apliquen estrategias creíbles de ajuste presupuestario, al mismo tiempo que se emprenden de forma "urgente" reformas estructurales ambiciosas y de gran alcance en la zona del euro para reforzar sustancialmente su competitividad, su flexibilidad y su potencial de crecimiento a largo plazo.
   El BCE hace especial hincapié en la importancia de estas medidas en los países que tienen déficits fiscales y exteriores elevados o que presentan pérdidas de competitividad deberían emprender rápidamente reformas económicas integrales.
   En el caso de los mercados de productos, cree que deben continuar aplicándose con intensidad políticas que mejoren la competencia y la innovación para facilitar el crecimiento de la productividad, mientras que en el mercado de trabajo la prioridad debe ser mejorar la flexibilidad salarial y los incentivos al trabajo, y suprimir las rigideces.

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