martes, 14 de junio de 2011

El Eurogrupo se reúne con China entre las advertencias del BCE

BRUSELAS.- La crisis de deuda soberana de Europa podría extenderse y empeorar, dijo China el martes, y el Banco Central Europeo volvió a rechazar nuevamente cualquier participación del sector privado en un rescate a Grecia que no sea estrictamente voluntaria.

El Eurogrupo de los ministros de Finanzas de la zona euro se reúne este martes para buscar una manera de seguir adelante pese a estas advertencias y con los rendimientos de los bonos griegos en máximos de la historia del euro.
Fuentes de la zona euro próximas a la reunión dijeron que aún es muy pronto para llegar a un acuerdo.
"Hoy no se esperan decisiones, se trata simplemente de encontrar puntos de encuentro de cara a la reunión del 20 de junio", dijo una de las fuentes, implicada en la preparación del llamado Eurogrupo.
"Va a ser un encuentro para reflexionar sobre el estado actual de las negociaciones", afirmó la segunda fuente. "No debería esperarse una decisión hasta el próximo lunes".
El banco central chino utilizó su informe anual de estabilidad financiera para plantear una de sus advertencias más rotundas sobre la crisis de deuda europea, al afirmar que los rescates han ayudado a estabilizar la situación pero no a atacar sus causas.
"La crisis de deuda soberana podría seguir pesando sobre la recuperación económica de Europa. Existe la posibilidad de que la crisis de deuda soberana se extienda y se deteriore", indicó la institución.
La Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional salieron a rescatar a Atenas con unos 110.000 millones de euros hace un año y siguieron con medidas similares para Irlanda y Portugal.
Actualmente, se está negociando un nuevo paquete de asistencia mientras Grecia se hunde bajo una deuda que supone casi un 150 por ciento de su Producto Interior Bruto (PIB).
El mayor contribuyente de Europa, Alemania, insiste en que los inversores privados deben hacer un aporte sustancial al segundo plan de rescate para la endeudada Grecia, sugiriendo que los privados canjeen sus bonos griegos por unos nuevos con una prórroga del vencimiento de siete años.
El BCE rechaza cualquier esquema que no sea estrictamente voluntario, por temor a una reacción en cadena que podría afectar a otros países, especialmente a los otros endeudados de la zona euro.
"Si hay una operación, debe ser única y exclusivamente voluntaria. No debe llevar a una moratoria, incluso parcial", dijo el consejero del BCE Christian Noyer.
"La idea de involucrar al sector privado en el manejo de las crisis ha tenido un efecto desestabilizador. En efecto, la incertidumbre creada ha impedido que los acreedores privados sigan financiando a los países en dificultades temporales", agregó.
Las tres mayores agencias calificadoras han dicho que calificarían de "default selectivo" un canje de deuda claramente voluntario, dado que es difícil imaginar a un inversor racional mantenerse expuesto a Grecia sin coacción.
Grecia se ha convertido en el país con la peor calificación crediticia del mundo según Standard & Poor's, que el lunes rebajó su nota y advirtió sw que cualquier intento de reestructurar la deuda del país sería considerado una suspensión de pagos.
Los precios de los bonos y del mercado del crédito consideran que el riesgo de una moratoria es alto.
Atenas colocó 1.625 millones de euros en letras a seis meses el martes con tasas que subieron ocho puntos básicos respecto a la subasta anterior. Inversores extranjeros se hicieron del 37 por ciento de la emisión.
En una señal de que los mercados todavía no temen que España esté en la mira, el tesoro español vendió 5.420 millones de euros en letras, aunque a un mayor coste que hace un mes.
"Que ellos hayan vendido el máximo de su objetivo de colocación es alentador en esta etapa (...) y resalta la confianza estructural de los inversores en España", dijo Jo Tomkins, economista de 4cast.
En la cumbre de líderes de la Unión Europea del 23 y 24 de junio, se espera que se suscriba un nuevo acuerdo de ayuda para Grecia que según funcionarios llegaría a 120.000 millones de euros y financiaría al país hasta 2014.
La mitad de esa suma procedería de la UE y el FMI, mientras que el resto llegaría de privatizaciones y de una contribución del sector privado, lo que ha generado una gran polémica respecto a la forma en que se adoptará.
El comisario europeo para Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, declaró en el diario Süddeutsche Zeitung que el acuerdo no está tan lejos como algunos creen.
"Estamos preparando un acuerdo sobre la base de la 'Iniciativa de Viena', según la cual los bancos mantienen sus bonos más tiempo y de manera voluntaria", explicó.
"Estamos preparados para estudiar una solución basada en una extensión voluntaria de los vencimientos de los bonos y que bajo ninguna circunstancia lleve a un impago del crédito", agregó.
El momento crucial de la decisión será el viernes, cuando la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, Nicolas Sarkozy, se reúnan en Berlín, aunque sus socios de la UE han demostrado su irritación a que los dos grandes del bloque sean los que decidan.

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