sábado, 11 de junio de 2011

Juncker aboga por una "reestructuración suave" de la deuda griega

BERLÍN.- El presidente del Eurogrupo Jean-Claude Juncker defendió el sábado una "reestructuración suave" de la deuda griega, con una participación voluntaria de los acreedores privados, tal como lo pide Alemania, cuya canciller reconoció que Berlín debe ayudar a Atenas por su propio bien.

"No habrá reestructuración total. En eso los gobiernos están de acuerdo y además sería imposible obtener el apoyo del Banco Central Europeo" (BCE), dijo Juncker en declaraciones a una radio alemana.
"Será necesario que haya una reestructuración suave y voluntaria", agregó el presidente del Eurogrupo a la emisora RBB.
"Los acreedores deben participar (...) pero debe hacerse de forma voluntaria", consideró. "No se pude imponer una participación a los acreedores privados sin y contra el BCE", agregó.
Los países de la Eurozona deben decidir antes de julio un segundo plan de ayuda a Grecia, pero están divididos sobre en qué modo deben participar los acreedores privados, para evitar una reacción de pánico en los mercados.
La Comisión Europea anunció el viernes que los europeos estudian "si es factible reescalonar las deuda (griega) de forma voluntaria".
Alemania es favorable a esta opción e insiste en una participación de los acreedores privados -bancos, aseguradoras y fondos- en el coste de la nueva ayuda.
Merkel consideró el sábado que Alemania no tiene otra opción que ayudar a los países de la zona euro que sufren una crisis de sus finanzas, y que de lo contrario el crecimiento alemán podría verse amenazado.
A la pregunta "¿puede la crisis de la deuda en la zona euro amenazar la reactivación económica alemana?", Merkel respondió: "Si no actuamos como debemos, puede ocurrir, pero es exactamente lo que queremos evitar".
"Deseamos literalmente recoger 25.000 millones de euros para los griegos de los bancos, empresas de seguros y fondos de pensiones, a los que pedimos de forma amistosa prolongar los préstamos existentes", afirmó por su parte el ministro belga de Finanzas, Didier Reynders, al diario belga De Morgen.
El gobernador del banco central holandés, Nout Wellink, insistió por su parte en que debe tratarse de una contribución voluntaria.
"Debemos apoyar a Grecia, debemos volver a encarrilarla", declaró Wellink a la radio pública holandesa. "Pero no podemos obligar (a bancos, aseguradoras y fondos a contribuir a un nuevo plan de ayuda) deben hacerlo voluntariamente", subrayó.

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