domingo, 5 de junio de 2011

Pocas opciones para los jóvenes indignados de Europa

MADRID.- La solidaridad con "los indignados" españoles ha generado una oleada de protestas en Europa, donde los jóvenes desempleados muestran su frustración por el futuro sombrío que les espera. Teniendo que sufrir la escasez de puestos de trabajo, de oportunidades y beneficios y cargando con el peso del gasto de generaciones anteriores, esta "generación perdida" de jóvenes europeos está asumiendo el mando frente a los sindicatos debilitados y los políticos ineficaces, alzando la voz y mostrando un descontento que sienten jóvenes desde Londres a Atenas.
 
Decenas de miles de manifestantes llenaron a rebosar las plazas de toda España antes de las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo, para dejar claro que rechazaban a los principales partidos políticos, a los que culpan de las dificultades económicas del país y de un desempleo juvenil que ronda el 45 por ciento.
Como otros movimientos similares en Londres, París y Atenas, las protestas no tienen líderes ni forma y reflejan la deriva en la que han quedado los partidos de izquierda, que o no tienen poder alguno o han apoyado los pactos de austeridad en lugar de denunciar los recortes de gasto surgidos a raíz de la crisis de deuda de la eurozona.
"Cuando casi la mitad de la juventud de un país está desempleada y cuando se sienten abandonados por el sistema político, es justo decir que esto ya no es sólo una crisis económica", dijo David Bach, profesor en la IE Business School de Madrid.
Aunque Francia y Alemania han vuelto al crecimiento económico, buena parte de la zona euro atraviesa dificultades para recuperarse de los excesos del crédito, de las burbujas inmobiliarias y los colapsos de los bancos, que han forzado a los gobiernos a hacer un gasto enorme.
Grecia está negociando un segundo paquete de ayuda - que incluye duras medida de austeridad - con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional después de sucumbir a una crisis de deuda y tener que pedir un rescate el año pasado.
Miles de griegos han llevado a cabo protestas a diario, y cada vez con más fuerza, a las puertas del Parlamento ateniense.
Aproximadamente 50 tiendas ocupaban la plaza Syntagma la semana pasada - una acción similar a la gran acampada de la puerta del Sol de Madrid - y un movimiento llamado "Ciudadanos indignados" pidió en su blog el fin de la tolerancia hacia quienes son responsables de la crisis económica griega.
"No es una sorpresa que el país en el que se han visto protestas en apoyo (de España) sea Grecia, ya que son dos situaciones muy similares", dijo David Lea, analista político en Control Risks. "Es algo que va a verse en toda Europa, pero habrá diferencias nacionales", añadió.
Los manifestantes en París han trasladado sus reuniones diarias a un lugar cercano a la plaza de la Bastilla después de que la policía antidisturbios impusiera una prohibición a los encuentros.
Tras carteles en los que puede leerse "Democracia real ahora", "Despierta, París" o "¡Indignaos!", los manifestantes han creado comisiones especializadas para elaborar propuestas, mientras que grupos de voluntarios registran y recopilan motivos de queja, haciéndose eco de una práctica de los primeros días de la Revolución Francesa.
En Reino Unido, los estudiantes han liderado las protestas contra las próximas medidas de austeridad, pero a las últimas reuniones se han sumado jóvenes en puestos precarios, pensionistas y trabajadores de oficina.
"Cada vez veo más y más personas que vienen a nuestras reuniones con traje y corbata", dijo un manifestante.
Como las protestas en Oriente Próximo a principios de este año, los distintos grupos europeos se han organizado a través de las redes sociales, convirtiéndose en movimientos de base cuyos objetivos comunes son más trabajo para los jóvenes y reforzar la justicia social.
Ante la creciente presión para desmantelar su acampada de tres semanas en la Puerta del Sol, se están creando asambleas por barrios para organizarse y lograr cambios de cara a las elecciones de marzo de 2012.
Los jóvenes españoles son considerados una de las generaciones mejor preparadas para acceder al mercado laboral, pero son los que menos posibilidades tienen de encontrar un empleo y la mayoría aún viven con sus padres.
"El principal objetivo ahora es mantener vivo el movimiento aquí y extenderlo por el resto de Europa", dijo Iker, un estudiante de comunicación audiovisual de 32 años, voluntario en un puesto de los grupos vecinales.
Junto al jardín convertido en huerto por los manifestantes, Patricia Martin, estudiante de traducción, de 28 años, ayuda en el puesto de comunicación improvisado tras pasar muchas noches durmiendo en la plaza.
"Ahora los políticos quieren ignorarnos, pero en el fondo saben que tenemos razón. Lo que estamos haciendo con esto es intentar asegurarnos nuestros futuros", dijo Martín, que está pensando en irse de España para buscar trabajo en otros lugares.
Los manifestantes están intentando reducir su larga lista de demandas y crear una plataforma común que incluya reformas de las prácticas bancarias para conceder un préstamo, una situación que ha dejado a muchos españoles con una pila de deudas, y la reforma de la ley electoral para reducir el dominio de los dos principales partidos.
José Ignacio Torreblanca, miembro destacado del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores, dijo que no estaba claro si los manifestantes serían capaces de alumbrar alto tan organizado o permanente como un partido político
"Lo estamos viento en toda Europa. Los partidos de izquierda, los sindicatos y los jóvenes manifestantes no están coordinados. La izquierda y los sindicatos no han salido con los jóvenes", dijo.
Trabajando desde un puesto de información sobre las asambleas de barrio, Álvaro García, un estudiante de 25 años, que investiga los movimientos políticos populares del siglo XIX en Madrid, dijo que su objetivo era ver oportunidades reales de trabajo para su generación.
"Este país se ha ido por el váter. Lo mejor que nos espera a la mayoría es el Telepizza", dijo García.

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