sábado, 9 de julio de 2011

Portugal satisfecho por el reconocimiento europeo tras el recorte de Moody's

LISBOA.- En su primera reacción pública al descenso de cuatro escalones aplicado a la deuda lusa, que quedó al nivel del bono basura, el primer ministro fue mucho más moderado que el jefe de Estado de Portugal, Anibal Cavaco Silva, que el viernes acusó a las agencias estadounidenses de calificación de ser una "amenaza" para Europa. Passos Coelho subrayó que la labor de su Gobierno no depende de lo que digan las agencias de notación financiera, aunque reconoció la dificultad adicional que supone un ambiente externo "negativo".

El dirigente conservador recordó también la necesidad de realizar grandes "transformaciones" económicas en el país, a pesar de los riesgos que predicen esas agencias.
 Passos Coelho se refirió hoy por primera vez a la polémica calificación financiera de Portugal, que levantó indignación por todo el país y declaraciones de solidaridad de varios gobiernos de la UE y de la Comisión Europea.
"Lo que este Gobierno tiene por hacer es independiente de lo que digan las agencias de 'rating'", recalcó el primer ministro, al frente del Ejecutivo desde hace dos semanas. Sin embargo, admitió que "si el ambiente externo fuera demasiado arriesgado o negativo ese trabajo sería más difícil".
En relación a las muestras de solidaridad que recibió su país, resaltó que, a causa de la decisión de Moody's, hubo un reconocimiento "muy importante" entre los gobiernos de la UE, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional (FMI) de que Portugal "esta haciendo lo que es preciso". Si el Gobierno luso no estuviera haciendo bien su trabajo, no se habría producido esa reacción, concluyó Passos Coelho.
A diferencia del jefe de Gobierno luso, el presidente de la República, también conservador, lanzó una dura crítica a las agencias de calificación y afirmó que "su falta de objetividad y transparencia" son una amenaza para Europa y el euro que exige acciones de la UE.
Cavaco, doctor en economía por una universidad británica y autor de varios libros de tema financiero, señaló además que, ante esta situación, los estados de la UE "tienen la obligación de dar una respuesta". Hoy, al hablar de los problemas financieros de Portugal, al que la UE y el FMI concedieron en mayo un rescate financiero de 78.000 millones de euros, Passos Coelho reconoció que su país "pasa por momentos muy difíciles", que solo podrá superar con un gran espíritu de "cohesión nacional". El primer ministro dijo que ese es un desafío que afecta tanto al Gobierno como a las empresas y las instituciones, y recordó la necesidad de recortar los gastos para superar la dependencia financiera del país y hacer una economía más robusta y competitiva.
Ahora, ante el recorte de calificación realizado por Moody's, "hay que ir hacia delante", manifestó Passos Coelho, quien agregó: "hay que mostrar que somos capaces de hacer lo que prometimos hacer". El primer ministro portugués se comprometió la semana pasada en la presentación de su programa de Gobierno a dar prioridad al cumplimiento de las reformas y ajustes económicos acordados en el rescate financiero luso. Entre otras medidas extraordinarias para reducir el déficit de Portugal, Passos Coelho anunció el adelanto de las privatizaciones de empresas públicas y un impuesto del 50 % de la paga de Navidad de los trabajadores.

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