domingo, 24 de julio de 2011

Gobierno y republicanos vuelven a chocar sobre la deuda de EE UU

WASHINGTON.- Con el tiempo cerca de agotarse, funcionarios del gobierno de Barack Obama y los republicanos del Congreso volvieron a chocar el domingo en torno a una ampliación del límite de endeudamiento gubernamental.

La Casa Blanca ha amenazado con vetar cualquier ampliación del límite que no se extienda hasta las próximas elecciones.
A pesar de ello, el secretario del Tesoro Timothy Geithner, con la vista puesta en los nerviosos mercados financieros, dijo que ambas partes parecen avanzar en su larga batalla sobre la deuda, y aseguró que evitarán que el gobierno caiga en mora de pagos, algo que nunca ha ocurrido.
"Es impensable que este país no cumplirá a tiempo con sus obligaciones. Es sencillamente impensable. Nunca hacemos eso. No sucederá", afirmó Geithner.
El presidente de la Cámara de Representates, el republicano John Boehner, rechazó de manera contundente la insistencia del presidente Obama de que se apruebe un paquete que extendería la autoridad del gobierno para pedir dinero prestado hasta las elecciones presidenciales y legislativas en noviembre de 2012.
"Sé que el presidente está preocupado por las próximas elecciones", dijo Boehner. "Pero, Dios mío, ¿no deberíamos estar preocupados por el país?"
Las declaraciones se dieron mientras empezaba otro día de reuniones entre los líderes congresistas y sus asesores, que se esfuerzan por redactar un acuerdo para prevenir una crisis sobre el tope de endeudamiento antes del 2 de agosto. Ese es el día que el gobierno se quedaría sin fondos para pagar sus obligaciones, lo cual, según advierten funcionarios del gobierno, podría resultar en un daño catastrófico no solamente a la capacidad crediticia del gobierno sino a la economía entera.
Los líderes del Congreso y funcionarios del gobierno de Obama esperan anunciar un esbozo para un acuerdo alrededor de las 4 de la tarde, tiempo del Este. Eso es antes de que abran los mercados financieros en Asia, y los legisladores quieren evitar anunciar malas noticias que podrían afectar a esos mercados, además de preocupar a los inversionistas norteamericanos.
Después de un largo día de reuniones el sábado, los legisladores contemplaban un plan que incrementaría inmediatamente el límite en aproximadamente un billón de dólares —lo cual es suficiente para durarle al gobierno hasta el fin del año_, y que a la vez recortaría un poco más el gasto público.
Otra propuesta que combinaría más recortes de gastos y otra extensión del límite de la deuda será considerada más adelante.

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