domingo, 3 de julio de 2011

Juncker cree que el programa de reformas de Grecia limitará la soberanía del país

BERLÍN.- El presidente del Eurogrupo, Jean Claude Juncker, ha advertido de que Grecia verá su soberanía "enormemente limitada" a raíz de la expansión del proceso de privatización --equiparado por el propio Juncker con los realizados en miles de empresas de la antigua Alemania Oriental-- que deberá emprender a cambio de la aplicación del nuevo plan de rescate aprobado ayer por los ministros de la zona euro. 

   "La nueva ola de privatizaciones que adopten necesitarán, por ejemplo, de una solución basada el modelo alemán de la Agencia Treuhand", declaró Juncker en referencia a la agencia de privatización que, entre 1990 y 1994, vendió unas 12.000 entidades públicas de la desaparecida República Democrática Alemana.
   La agencia, que por este proceso se convirtió en su momento en el principal conglomerado empresarial del mundo, consiguió acelerar la recuperación económica a costa de un déficit de 130.000 millones de euros y el despido de más de tres millones de trabajadores, según fuentes consultadas por el diario alemán 'Deutsche Welle' y los archivos de la agencia Reuters.
   "La soberanía de Grecia se verá enormemente limitada", sentenció el presidente del Eurogrupo en declaraciones al magacín aleman 'Focus', en relación a los 5.000 millones de euros en activos públicos que Atenas se va a ver obligada a vender, solo este año, para cumplir con los objetivos estipulados por el Fondo Monetario Internacional y la Unión Europea, para mantener el funcionamiento de las instituciones de Gobierno y, sobre todo, evitar la entrada en 'default'.
   Por ello, y a pesar de las fuertes críticas de un amplio sector de la población y de la oposición al gobierno socialista del primer ministro George Papandreu, el Parlamento griego aprobó el pasado jueves las medidas solicitadas por el FMI y la UE a cambio del nuevo rescate económico de 12.000 millones de euros, entre ellas la creación de una agencia de privatización.
   Ante las sugerencias de que este programa de austeridad podría contar con la presencia de "comisarios" extranjeros para supervisar el proceso, Juncker aseguró que, si bien "no queremos insultar a los griegos, es necesario ayudarles", y recordó que el Gobierno de Atenas "ya se ha declarado dispuesto a recibir ayuda de expertos de la eurozona".
   Si bien Juncker aseguró que "el actual paquete de medidas, que Grecia ha aceptado, solucionará esta cuestión", el también primer ministro de Luxemburgo lamentó ciertas deficiencias estructurales en la economía griega, como su programa de recaudación de impuestos "que todavía no funciona a pleno rendimiento", y cuya mejora podría contribuir a que el Gobierno pudiera recaudar el dinero que necesita.
   Finalmente, Juncker responsabilizó a las autoridades griegas de la crisis en la que actualmente se encuentra inmersa el país, al afirmar que "entre 1999 y 2010 los salarios crecieron un 106,6 por ciento a pesar de que la economía no crecía al mismo ritmo", en lo que describió como una "política salarial desbocada".

No hay comentarios:

Publicar un comentario