miércoles, 20 de julio de 2011

La economía española crecerá un 0,7% este año y un 0,9% en 2012, según Deutsche Bank

MADRID.- La economía española crecerá un 0,7% este año y un 0,9% el año que viene gracias al impulso del sector exterior y al crecimiento del turismo, una tendencia "positiva" que diferencia a España de otros países periféricos, según el equipo de análisis de Deutsche Bank.

   En Europa, el PIB crecerá un 1,9% en 2011 y un 1,5% en 2012, aunque Deutsche Bank empieza a apreciar indicios de que el crecimiento general puede ralentizarse después de un "sólido primer trimestre".
   Además, cree que la "principal amenaza" en la zona sigue siendo la crisis de Grecia y asegura que los próximos 6 o 9 meses serán "críticos" para constatar su evolución, aunque espera que el Banco Central Europeo (BCE) aumente de forma paulatina los tipos de interés oficiales, hasta situarlos en el 1,75% a final de año.
   Entre los diferentes países, Deutsche Bank destaca la situación de Alemania, que mantiene su fortaleza dentro de la Unión Europea con unas tasas de crecimiento para este semestre cercanas al 3,3%, gracias a las exportaciones y el consumo privado.
   Por otro lado, espera que la economía mundial termine 2011 con un crecimiento del 4% en 2011, cifra que se elevará al 4,5% el año que viene. El primer trimestre de 2011 ha sido "algo más bajo" de lo esperado por los desastres naturales, el aumento del precio del crudo y las interrupciones en la cadena de suministros, sobre todo en el sector de automóviles y en el sector tecnológico.
   De hecho, los analistas del banco esperan que Estados Unidos tenga este año un crecimiento menor al inicialmente previsto, aunque creen que el freno es "temporal" y que se retomará el impulso en el segundo semestre del año.
   En esta coyuntura, los países emergentes continúan siendo el principal motor del crecimiento mundial, a pesar de sus problemas por controlar los niveles de inflación en un entorno de fuerte crecimiento doméstico e importantes flujos de entrada de capital.
   EE.UU. se presenta como la región con mejores previsiones dentro del G-7, mientras que Japón aumentaría su PIB hasta el 2,5% tras los graves problemas sufridos por el terremoto del pasado mes de marzo.

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