jueves, 7 de julio de 2011

La Eurocámara censura el acuerdo de los 27 para limitar la libre circulación

ESTRASBURGO.- El Parlamento Europeo ha aprobado hoy por amplia mayoría una resolución que censura la modificación del tratado de libre circulación de la Europa sin fronteras Schengen acordada en la última cumbre europea por los líderes de los Veintisiete.

En una resolución conjunta, populares (PPE), socialistas (S&D), liberales (ALDE) y verdes (Greens/ALE), han acordado mostrar su rechazo a la restricción de la libertad de circulación impulsada por Francia e Italia como medida de defensa ante la llegada de miles de inmigrantes y refugiados a la UE como consecuencia de la primavera árabe.
El pasado 24 de junio, los Veintisiete decidieron redactar un nuevo reglamento de Schengen par incluir una cláusula de salvaguarda que da alas a la introducción controles fronterizos nacionales para hacer frente a circunstancias "excepcionales" que pongan en peligro el funcionamiento general del acuerdo, circunstancias entre las que está prevista una especial presión migratoria.
Sin embargo, el Parlamento Europeo considera que "cualquier nueva exención de las normas actuales, tales como nuevas razones para reintroducir excepcionalmente los controles fronterizos, no reforzará de ninguna manera el sistema de Schengen", como defendieron los gobiernos de la UE tras la decisión.
La Eurocámara señala en su resolución que la llegada de inmigrantes y solicitantes de asilo a las fronteras exteriores "no puede considerarse en ningún caso, por si mismo, un motivo adicional para el restablecimiento de los controles fronterizos".
Los eurodiputados dicen "lamentar enormemente" además el intento por parte de varios Estados miembros de restablecer los controles fronterizos poniendo claramente en peligro el espíritu mismo del acervo de Schengen, en referencia directa a Dinamarca, que el martes blindó sus fronteras internas con Suecia y Alemania.
Así, para los eurodiputados el reglamento de funcionamiento de Schengen debería quedar tal y como está, es decir, con la previsión de excepciones a las no fronteras internas tan solo cuando se den motivos de orden público, como acontecimientos deportivos o cumbres políticas internacionales.
España ha sido siempre de esa misma opinión y lo ha defendido poniendo como ejemplo su capacidad suficiente para hacer frente a la llegada de inmigrantes en pateras en 2006, sin que fuera necesario restablecer fronteras.
La presidencia polaca de turno de la UE también se mostró ayer contraria a la nueva legislación para Schengen, tal y como dejó ayer claro en su discurso de presentación ante la Eurocámara el primer ministro de Polonia, el liberal Donald Tusk.
Sin embargo, tanto España como Polonia dieron luz verde en la cumbre del 24 de junio a la modificación del reglamento de funcionamiento Schengen para introducir la nueva cláusula de salvaguarda cuyos adalides han sido, principalmente, Alemania, Francia, Holanda y Dinamarca.
Los eurodiputados han subrayado en el texto aprobado hoy que "la libre circulación de personas en el espacio de Schengen ha sido uno de los mayores logros de la integración europea".
Asimismo, que Schengen "tiene un impacto positivo en las vidas de cientos de miles de ciudadanos de la UE, tanto por facilitar el cruce de fronteras como por impulsar la economía, y que la libertad de circulación es un derecho fundamental y un pilar de la ciudadanía de la UE".
Según una encuesta difundida hoy por la oficina del Ombudsman europeo, Nikiforos Dimanadouros, el derecho de libre circulación es el más importante de las prerrogativas ciudadanas de formar parte de la UE para hasta el 48 % de los comunitarios.

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