lunes, 11 de julio de 2011

La Unión Europea sigue enfrentada por la contribución de la banca al segundo rescate griego

BRUSELAS.-   Los ministros de Economía de la eurozona han mantenido este lunes sus discrepancias sobre la contribución de la banca al segundo rescate de Grecia. El enfrentamiento retrasará probablemente hasta septiembre la aprobación de este nuevo plan de ayuda, pese a las fuertes tensiones en los mercados. 

   Alemania y Países Bajos exigen que la participación del sector privado sea "sustancial" aunque las agencias de 'rating' lo consideren un impago, mientras que la vicepresidenta económica, Elena Salgado, se ha alineado con el Banco Central Europeo (BCE) y ha avisado de que de que ello podría aumentar la inestabilidad en los mercados.
   La reunión extraordinaria previa al Eurogrupo de los mandatarios de las instituciones de la UE sobre la crisis de deuda ha concluido sin ningún resultado o avance visible pese a la expectación generada. La convocó el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y asistieron el presidente de la Comisión, José Manuel Durao Barroso; el del BCE, Jean-Claude Trichet; el del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker; y el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
   "Cuanto más tiempo tardemos, más corremos el riesgo de una quiebra y dejamos de controlar la situación", ha avisado el ministro de Finanzas griego, Didier Reynders, que ha admitido su "preocupación" por las "tensiones" en Italia y otros países de la eurozona. Sin embargo, tanto el ministro de Finanzas alemán, Wolfgang Schaüble, como el holandés, Jan Kees de Jager, han minimizado el riesgo de contagio a Roma.
   En contraste, la vicepresidenta económica, Elena Salgado, ha admitido que la crisis ha alcanzado una dimensión "más sistémica" y que "no se puede hablar de uno o de otro país" sino "de la estabilidad del euro en su conjunto". "Tenemos que dar una imagen de unidad, tenemos que dar una imagen de firmeza y tenemos que dar una imagen de determinación, de que haremos todo lo que sea necesario para garantizar la estabilidad del euro", ha reclamado.
   Salgado ha insistido en que la contribución de la banca al segundo rescate de Grecia debe ser "voluntaria" y "procurar la suficiente estabilidad en los mercados financieros". "Nosotros hemos sido siempre muy prudentes en esta consideración porque entendíamos que podía generar inestabilidad. Me habrán escuchado a mi desde el principio que esta idea se puso sobre la mesa mi temor a que generara inestabilidad en los mercados", ha apuntado.
   "Estamos todavía a tiempo de revertir esa inestabilidad en los mercados y eso es lo que debemos hacer sin más tardanza", ha señalado. España secunda así la posición del BCE, que sostiene que cualquier participación de la banca que sea considerada impago provocará un efecto contagio en toda la eurozona similar al que causó la quiebra del banco de inversión estadounidense Lehman Brothers en 2008.
   Sin embargo,  Alemania y Países Bajos mantienen su exigencia de que los bancos aporte una contribución "sustancial" al nuevo plan de ayuda a Atenas, incluso aunque las agencias de 'rating' interpreten esta participación del sector privado como un impago, según ha repetido el ministro holandés de Finanzas, Jan Kees de Jager.
   "Una participación sustancial del sector privado es una precondición para Países Bajos y Alemania", ha dicho De Jager. "No decimos que tenga que ser obligatoria, todavía queremos que sea voluntaria, pero algunas agencias de 'rating' verán cualquier participación sustancial como no completamente voluntaria", ha explicado.
   "Queremos que se haga de forma voluntaria, pero tiene que haber una participación sustancial del sector privado. Es nuestro compromiso y lo que nuestro parlamento pide", ha insistido el ministro holandés.
   "Estoy buscando más una solución que un 'rating'", ha dicho por su parte el ministro belga de Finanzas. "Si hay una reacción negativa de las agencias de 'rating' esto no es un problema", ha agregado.

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