lunes, 8 de agosto de 2011

Wall Street se derrumba tras la rebaja a la nota de EEUU


NUEVA YORK.- Las acciones estadounidenses se desplomaron el lunes, y el índice S&P 500 anotó su mayor caída en cerca de tres años, debido a los crecientes temores a una nueva recesión después de que la deuda del país perdiera su calificación AAA. Las acciones se desplomaron en Wall Street, en una jornada dominada por la ansiedad de los inversionistas luego que Standard & Poor's rebajó la calificación de la deuda de Estados Unidos. El índice industrial Dow Jones cayó (5,5 y cerró en 10.809,85 unidades. Fue la sexta peor pérdida de puntos para el Dow en los últimos 112 años y la peor en un día desde diciembre del 2008. Cayó del nivel de 11.000 puntos por primera vez desde noviembre. Todas las acciones del índice Standard & Poor's 500 sufrieron pérdidas.

Una ola de ventas en pánico elevó el volumen de las operaciones y llevó al S&P a su peor día desde diciembre de 2008. Todas las acciones del referente cerraron en territorio negativo. El promedio industrial Dow Jones perdió un 5,55 por ciento, para cerrar extraoficialmente en 10.809,85 puntos.
El índice Standard & Poor's 500 se hundió un 6,66 por ciento, para cerrar en 1.119,46 puntos, mientras que el Nasdaq Composite perdió un 6,90 por ciento, para cerrar en 2.357,69 puntos.

La Bolsa de Nueva York cayó pues a su nivel más bajo en 10 meses, luego del anuncio de la degradación de la nota de crédito de Estados Unidos: el Dow Jones perdió 5,55% y el Nasdaq 6,90%.
Según cifras definitivas, el Dow Jones Industrial Average abandonó 634,76 puntos a 10.809,85 puntos y el Nasdaq, de dominante tecnológico, 174,72 puntos a 2.357,69 puntos.
Es la primera vez desde octubre que el índice vedette termina bajo los 11.000 puntos y su peor jornada en términos de porcentaje desde diciembre de 2008, un período negro para el sector financiero.
El índice ampliado Standard & Poor's 500 perdió por su parte 6,66% (o 79,92 puntos) a 1.119,46 puntos.
No ayudaron a los mercados los primeros comentarios de Obama en público desde que la agencia Standard & Poor's decidiera bajar la tradicional nota "AAA" a "AA+" de la deuda estadounidense.
Obama dijo que "sin importar lo que pueda decir una agencia (de notación), fuimos y seremos siempre un país triple A", al argumentar que la economía estadounidense es todavía una de las inversiones más seguras en el mundo.
Los mercados "ya estaban en plena baja, y la degradación es un shock adicional para los inversores nerviosos", observó Nigel Gault, de IHS Global Insight.
La decisión de S&P no es necesariamente "responsable" de la caída del mercado, pero puso de manifiesto los problemas de funcionamiento a la cabeza del Estado federal sobre la cuestión del presupuesto y la desaceleración de la economía estadounidense, explicó Kenneth Polcari, de ICAP Equities.
En consecuencia, "el mercado debe reevaluar los riesgos y es exactamente lo que está haciendo", concluyó el analista.
El mercado obligatorio, directamente concernido por la reducción de la nota estadounidense, paradojalmente se beneficiócon la decisión de S&P y se disparó. El rendimiento del bono del Tesoro a 10 años, que evoluciona el sentido inverso a los precios, retrocedió a 2,338% contra 2,558% en la noche del viernes y el de los títulos a 30 años a 3,663% contra 3,823%, indicando que el mercado evoluciona en fuerte alza.
"La realidad es que la deuda estadounidense sigue siendo una buena inversión. Estados Unidos es la economía desarrollada más diversa, líquida y maleable y los bonos obligatorios detentan la posición envidiable de ser el mayor mercado mundial", subrayaron analistas de Briefing Research.
Más de 69 acciones cayeron por cada una que subió en la Bolsa de Valores de Nueva York. El volumen fue de 9.700 millones de acciones.
El lunes fue la primera oportunidad para que los inversionistas mundiales respondieran al anuncio de S&P's del viernes, que redujo su evaluación de la deuda del gobierno estadounidense de largo plazo en un peldaño, de AAA —el máximo— a AA+.
Los inversionistas se mostraron preocupados por la desaceleración económica de Estados Unidos, el empeoramiento de los problemas de deuda que amenazan a Europa y por la perspectiva de que se intensifiquen los temores en los mercados, como ocurrió durante la crisis financiera a finales del 2008.
"Lo que está sacudiendo al mercado es un temor relacionado con el crecimiento económico", dijo Kathleen Gaffney, co-gerente del fondo de bonos Loomis Sayles de 20.000 millones de dólares. "El mercado está bajo mucha presión, que realmente tiene poca relación con la degradación", señaló la especialista.
En cambio, agregó, los inversionistas están enfocados en "cómo van a superar Europa y Estados Unidos la pesada carga de una deuda alta" si el crecimiento económico sigue siendo lento.
El presidente Barack Obama dijo el lunes que Estados Unidos puede arreglar sus problemas con un poco más de voluntad política.
"Los mercados subirán y bajarán, pero este es Estados Unidos", manifestó Obama a los periodistas en la Casa Blanca. "No importa lo que alguna agencia pueda decir, siempre hemos sido y siempre seremos un país de triple A".
El mandatario intentó asegurar a los inversionistas y la ciudadanía que las autoridades nacionales sólo necesitan demostrar "sentido común y cooperación" para controlar la enorme acumulación de deuda del país.
Obama dijo que la mayoría de los inversionistas del mundo coinciden en que Estados Unidos sigue siendo un país seguro para colocar su dinero.
El nerviosismo atizó los recuerdos de la crisis financiera de hace tres años, llevando a los inversionistas a alejarse de las acciones y buscar refugio en los activos que consideraban como inversiones más estables, como los bonos del Tesoro y el oro.
El precio de los bonos del Tesoro subieron agudamente, y los rendimientos, que se mueven en sentido contrario al precio, cayeron. El rendimiento del bono a 10 años bajó a 2,34%, de 2,57% del viernes, igualando su nivel más bajo del año, registrado la semana pasada.
"Eso se debe mayormente a un vuelo hacia lugares seguros", dijo Thomas Simons, economista de mercado de dinero con Jefferies & Co.
El oro estableció un precio récord al subir 61,40 dólares para colocarse en 1.713,20 dólares por onza troy.
El petróleo se hundió. El crudo West Texas Intermediate cayó 5,57 dólares (6,4 a 81,31 dólares por barril en la Bolsa Mercantil de Nueva York. Ese cierre es el más bajo del año para el crudo, pero sigue arriba del menor nivel de los últimos 12 meses, de 71,63 dólares por barril.
El crudo Brent cedió 5,63 dólares (5,2 y cerró en 103,74 dólares por barril en el mercado de futuros ICE de Londres.
La moneda estadounidense se depreció ante el yen, pero recuperó terreno frente al euro y otras divisas de países industrializados. El dólar disminuyó de 78,34 a 77,70 yens, mientras el euro bajó de 1,4265 a 1,4196 dólares.
Poco después del inicio del intercambio bursátil en Wall Street, el Dow Jones se desplomó más de 250 puntos. Más tarde recuperó algunas de las pérdidas, pero luego volvió a caer y llegó a bajar hasta 375 puntos. Al mediodía, el Dow retrocedió 289 unidades (2,5 y descendió a 11.156 puntos.
"El temor de una repetición del 2008 es lo que realmente está impulsando las inversiones", dijo Gary Schlossberg, economista senior de Wells Capital Management.
En cuanto a los mercados bursátiles en Europa, el índice británico FTSE 100 cerró con perdida de 3,4%, el indicador francés CAC-40 se desplomó 4,7% y el índice alemán DAX cayó 5%.
El principal mercado de Grecia tuvo el peor desempeño en Europa al perder 6% y descender a 998,24 puntos, su nivel más bajo desde enero de 1997.
En Asia, el índice japonés Nikkei 225 finalizó con una pérdida de 2,2%.

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