lunes, 8 de agosto de 2011

Mercados en pánico pese a las llamadas a la calma de los líderes

MADRID.- Las bolsas acusaron este lunes el golpe de la degradación de la deuda estadounidense, pese a la movilización de gobiernos y autoridades financieras para contener el pánico, con el telón de fondo de la desaceleración económica mundial.

Pese a las declaraciones del presidente Barack Obama, la Bolsa de Nueva York cayó a su nivel más bajo en 10 meses: el Dow Jones perdió 5,55% y el Nasdaq 6,90%.
Obama defendió el crédito de Estados Unidos luego de que la agencia calificadora Standard & Poor's (S&P) degradara el viernes un nivel la calificación de su deuda, de "AAA" a "AA+".
"Sin importar lo que pueda decir una agencia, fuimos y seremos siempre un país triple A", dijo Obama, al argumentar que la economía estadounidense es todavía una de las inversiones más seguras en el mundo.
Es la primera vez desde octubre que el índice vedette termina bajo los 11.000 puntos y su peor jornada en términos de porcentaje desde diciembre de 2008, un período negro para el sector financiero.
Los mercados "ya estaban en plena baja, y la degradación es un shock adicional para los inversores nerviosos", observó Nigel Gault, de IHS Global Insight.
Fráncfort, principal plaza bursátil de la Eurozona, perdió un 5,02%, París 4,68%, Londres 3,39%.
Madrid y Milán, que se habían beneficiado de la calma que parecía reinar en el mercado de la deuda tras la decisión del Banco Central Europeo de comprar títulos españoles e italianos en el mercado secundario, terminaron en baja de 2,44% y 2,43% respectivamente, sucumbiendo al pánico general que se agudizó con las pérdidas de Wall Street en la apertura.
"Los inversores están preocupados por los crecientes riesgos de una recesión mundial, la amenaza de dificultades de los bancos y la creciente falta de confianza en los políticos de la UE para resolver la crisis de la deuda y la crisis de los bancos", dijo Neil MacKinnon, analista de VTB Capital.
En el primer día de calma tras la tormenta de la semana pasada España e Italia pudieron respirar aliviados tras la decisión del BCE. Los intereses de los bonos españoles a 10 años cayeron al 5,154% al cierre de los mercados, frente al 6,2% el viernes, y los italianos al 5,286% (6,1%).
Y la prima de riesgo, interés exigido a los bonos españoles frente a los alemanes, bajó en el caso español a 288 puntos y el del italiano a 301, tras haber superado la semana pasada por primera vez el umbral de los 400 puntos.
La compra de deuda por parte del BCE pretende "prevenir o más bien moderar el contagio que ambas economías han estado sufriendo y ha llevado a los diferenciales de deuda a máximos históricos", señaló Nuria Alvarez, analista de Renta 4.
Pero para moderar ese contagio a España e Italia también "es clave que se avance en el proceso legislativo de las medidas anunciadas por el Eurogrupo el 21 de julio" , recomendó.
Pero la pregunta ahora es hasta cuándo va a seguir jugando el BCE de bombero.
El gobierno alemán volvió a descartar este lunes un aumento de la dotación del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
Muy pesimistas, los economistas de Commerzbank estiman que la distensión solo podría durar "dos días".
"La decisión del BCE no es un arma letal, en particular en un entorno macroeconómico mundializado y con un impacto de la degradación de la nota de Estados Unidos difícil a evaluar", dice Gilles Moëc Gilles Moëc, economista de Deutsche Bank.
El voluntarismo de los dirigentes europeos, los del G7 y del G20, que se afirmó a lo largo del fin de semana, sin duda contribuyó también a esta relajación.
Las plazas asiáticas habían cerrado antes que las europeas con pérdidas. Tokio se dejó 2,18%, afectada además por la valoración del yen frente al dólar, Hong Kong 2,17%, Sídney 2,9% y Seúl 3,8%.
Las plazas latinoamericanas también se hundieron: Sao Paulo cayó 8%, México 5,88%, Bogotá 4,11%, Santiago 6,92, Lima 7,09% y Buenos Aires 10,73%.
Los problemas de la deuda tanto en Europa como Estados Unidos se topan con señales serias de desaceleración económica en las principales economías mundiales, en un momento en que brotan nuevas preocupaciones sobre una nueva recesión tras la del 2008-2009.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en junio, "aparecieron señales fuertes de inversión de los ciclos de crecimiento en Estados Unidos, Japón y Rusia".
El clima de degradación es general en las principales economías mundiales, alerta, y ello por tercer mes consecutivo.
En este ambiente, los precios del petróleo también se hundieron, perdiendo más de cinco dólares en Nueva York y Londres.
En el New York Mercantile Exchange (Nymex), el barril de West Texas Intermediate terminó en 81,31 dólares, una caída de 5,57 dólares o 6,4% en relación al viernes, su piso desde fines de noviembre.
En el IntercontinentalExchange de Londres, el barril de Brent del mar del Norte perdió 5,63 dólares a 103,74 dólares.
"Los mercados bursátiles son diezmados y al crudo le pasa lo mismo", observó Matt Smith, de Summit Energy.
En estas circunstancias, el más favorecido era el oro, como valor refugio por excelencia, que alcanzó 1.720,80 dólares la onza, al final de la jornada en Nueva York, un nuevo hito histórico.

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