jueves, 4 de agosto de 2011

Las autoridades de la eurozona no logran calmar a los mercados

FRANCFORT.- Las autoridades europeas intentaban pagar con mayor convicción los rebrotes de la crisis de deuda de la zona euro el jueves, pero los mercados financieros no se vieron impresionados por su respuesta.

El Banco Central Europeo reanudó las compras de bonos gubernamentales tras un receso de cuatro meses y anunció una nueva financiación de mayor plazo para los bancos que carecen de liquidez. Pero tras un breve alivio, los rendimientos de los bonos italianos y españoles reanudaron sus avances hacia niveles peligrosos.
La Comisión Europea exhortó a los líderes de la zona euro, algunos de ellos de vacaciones, a considerar un rápido aumento del tamaño de su fondo de rescate financiero EFSF, pero la idea fue rápidamente rechazada por alemanes y holandeses.
En un intento por estabilizar a los mercados, el presidente del BCE, Jean-Claude Trichet, dijo que el polémico programa de compra de deuda gubernamental del banco, inactivo desde marzo, estaba en vigor.
"Ya verán lo que hacemos", dijo en una conferencia de prensa.
Los operadores previeron un ingreso del BCE a los mercados mientras Trichet hablaba, pero una fuente monetaria de la UE dijo que las compras se limitaban a bonos irlandeses y portugueses y que no había planes de comprar papeles de otras naciones.
Los rendimientos de los bonos a 10 años de Italia y España, que habían caído anticipando la acción del BCE, subieron nuevamente en una jornada volátil y los futuros de los bonos alemanes, considerados como un refugio seguro, se elevaron.
Los operadores dijeron no estar convencidos de que la compra de bonos logre detener el contagio a la tercera y cuarta mayores economías del bloque monetario.
"El BCE pudo haberse perdido una oportunidad de actuar de forma más convincente. La clave ahora es ver si el BCE intervendrá y en qué volumen en los mercados de bonos españoles e italianos", dijo el economista Holger Schmieding, del Berenberg Bank.
Trichet reconoció que la decisión no fue unánime, pero que una "mayoría abrumadora" la apoyó. Esto revivió los recuerdos de una dañina división en el consejo de Gobierno el año pasado, cuando el jefe del Bundesbank alemán, Axel Weber, se opuso públicamente a la política.
También generó dudas sobre si el BCE esperaba que Roma y Madrid tomen más medidas de ajuste fiscal antes de comprar sus bonos, o si el banco central era incapaz de acordar una ampliación de sus compras de bonos hacia esos países.
Trichet dijo que el banco central realizará una operación especial de liquidez de seis meses y seguirá entregando fondos ilimitados a corto plazo a los bancos al menos hasta enero próximo.
Los mercados siguen cerrados completamente para varios bancos en Grecia, Portugal e Irlanda y algunos prestamistas españoles e irlandeses también dependen de los fondos del BCE.
El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, en una carta a prestamistas de la Unión Europea, llamó a "una rápida reevaluación de todos los elementos ligados al Fondo Europeo para la Estabilidad Financiera (EFSF por su sigla en inglés), y conjuntamente el Mecanismo de Estabilidad Europea (ESM), para asegurar que estén equipados con los medios para afrontar el riesgo de contagio".
En un rápido rechazo, un portavoz del Ministerio de Finanzas de Alemania -la principal potencia económica de la UE- dijo que no estaba claro por qué reabrir el debate sobre redes de protección financieras tan poco tiempo después de la reunión de emergencia del mes pasado podría ayudar a calmar a los mercados.
El Ministerio de Finanzas holandés también señaló que el foco debería estar en aplicar las decisiones de la cumbre, en vez de reabrir la discusión.
El EFSF, que ya rescató a Irlanda y Portugal, tiene una capacidad máxima de 440.000 millones de euros. En 2013, será reemplazado por el ESM permanente.
Los líderes de la zona euro dejaron el tamaño de los fondos sin cambios cuando acordaron el 21 de julio ampliar el papel de los mecanismos para comprar bonos en el mercado secundario y proveer de líneas de crédito preventivas para los estados bajo presión de los mercados de crédito.
Analistas de mercado y economistas dijeron que el EFSF necesitaría ser al menos el doble y quizás prevenir ataques sobre economías mayores como Italia y España.
Además de Italia y España, algunos inversores están preocupados por las finanzas de Francia, la segunda mayor economía de la zona euro.
El diferencial de los bonos gubernamentales franceses a 10 años sobre los bonos alemanes tocó un máximo histórico de 0,81 puntos porcentuales el miércoles.

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