BOGOTÁ.- Un tratado de libre comercio (TLC) entre Colombia y Canadá entró hoy en vigor, con la eliminación o el desmonte gradual de aranceles para productos agrícolas e industriales. Rubricado en 2008, el acuerdo comercial incluye compromisos de protección ambiental y laboral.
Estos fueron exigidos a Colombia por presión de sectores políticos canadienses como condición para que el Parlamento de ese país lo ratificara el pasado año, luego de una fuerte oposición por la situación de derechos humanos aquí.
Por otra parte, un documento del Ministerio colombiano de Comercio, asegura que en el acuerdo se incluyeron estrictas reglas para la debida protección de los derechos del trabajador y la obligación de mantener altos niveles de protección ambiental.
Cabe recordar que Colombia es considerado como el país más peligroso del mundo para el sindicalismo, con 49 activistas ultimados durante el pasado año, lo que representa el 55 por ciento de los asesinados en todo el mundo.
A su vez, organizaciones del espectro social y político nacional estiman que el país aún tiene mucho por hacer para ponerle fin a las amenazas y ataques contra sindicalistas, defensores de derechos humanos y líderes de comunidades.
Violaciones que incluso se incrementaron desde que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos se posesionó en agosto de 2010, de acuerdo con denuncias.
En tanto, con la entrada en vigor del TLC, el 98 por ciento de la oferta exportable colombiana incluida en el pacto entrará libre de arancel a Canadá, país que genera el 2,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial.
Asimismo, se espera que el efecto de la eliminación inmediata y la gradual de los aranceles sea un repunte del intercambio de bienes y servicios y de la inversión canadiense aquí, no solo en petróleo y minería, sino en otros sectores de la economía. Según el titular colombiano de Comercio, Sergio Díazgranados, este tratado apalanca la estrategia del Gobierno de abrir nuevos mercados para los exportadores nacionales y generar el ambiente adecuado para la llegada de más inversionistas.
Estos fueron exigidos a Colombia por presión de sectores políticos canadienses como condición para que el Parlamento de ese país lo ratificara el pasado año, luego de una fuerte oposición por la situación de derechos humanos aquí.
Por otra parte, un documento del Ministerio colombiano de Comercio, asegura que en el acuerdo se incluyeron estrictas reglas para la debida protección de los derechos del trabajador y la obligación de mantener altos niveles de protección ambiental.
Cabe recordar que Colombia es considerado como el país más peligroso del mundo para el sindicalismo, con 49 activistas ultimados durante el pasado año, lo que representa el 55 por ciento de los asesinados en todo el mundo.
A su vez, organizaciones del espectro social y político nacional estiman que el país aún tiene mucho por hacer para ponerle fin a las amenazas y ataques contra sindicalistas, defensores de derechos humanos y líderes de comunidades.
Violaciones que incluso se incrementaron desde que el gobierno del presidente Juan Manuel Santos se posesionó en agosto de 2010, de acuerdo con denuncias.
En tanto, con la entrada en vigor del TLC, el 98 por ciento de la oferta exportable colombiana incluida en el pacto entrará libre de arancel a Canadá, país que genera el 2,6 por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial.
Asimismo, se espera que el efecto de la eliminación inmediata y la gradual de los aranceles sea un repunte del intercambio de bienes y servicios y de la inversión canadiense aquí, no solo en petróleo y minería, sino en otros sectores de la economía. Según el titular colombiano de Comercio, Sergio Díazgranados, este tratado apalanca la estrategia del Gobierno de abrir nuevos mercados para los exportadores nacionales y generar el ambiente adecuado para la llegada de más inversionistas.
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