MADRID.- El parqué madrileño ha cerrado la sesión con una caída del 0,85%, lo que ha situado al Ibex 35 en la cota de los 9.037,7 puntos, nuevo nivel mínimo desde junio de 2010 y suma cuatro sesiones consecutivas de descensos.
El Ibex ha logrado salvar 'in extremis' los 9.000 puntos, tras cotizar minutos antes del cierre por debajo de este nivel. Los malos datos procedentes de Estados Unidos y el tono negativo de Wall Street han vuelto a lastrar a los mercados europeos. Además, la prima de riesgo continúa al borde de los 400 puntos.
Los mayores descensos del día correspondieron a ArcelorMittal (-5,62%), seguido de Abertis (-3,85%), IAG (-3,6%) y Técnicas Reunidas (-2,38%). En el sector financiero, CaixaBank ha cedido un 1,82%, seguido de Bankinter (-1,25%), Banco Santander (-1,22%), Banco Sabadell (-0,95%), BBVA (-0,82%) y Banco Popular (-0,09%).
Jornada negra para las Bolsas
Jornada negra para las Bolsas
Los mercados bursátiles vivieron este miércoles una nueva jornada negra, arrastrados por el miedo al contagio de la crisis de la deuda en la Eurozona a España e Italia y por las malas perspectivas de la economía estadounidense.
La adopción del acuerdo para aumentar el techo de la deuda en Estados Unidos no bastó para llevar la calma a los mercados. Los temores suscitados por el enfrentamiento político estadounidense han recrudecido las tensiones en los países más débiles de la zona euro.
Después del anuncio de los indicadores de Estados Unidos, que han reforzado los temores sobre la salud de la primera economía mundial, las Bolsas europeas cayeron brutalmente.
La Bolsa de París perdió 1,93%, Londres 2,34%, Fráncfort 2,30%, Milán 1,54% y la de Madrid 0,85, después de haber evolucionado buena parte de la jornada en verde.
Ocultado temporalmente por las discusiones sobre la deuda en Estados Unidos, el temor por el débil crecimiento de la economía estadounidense se ha encaramado a lo alto de las preocupaciones.
Poco después de la publicación del índice sobre la actividad en los servicios en Estados Unidos, cuyo crecimiento se ralentizó en julio, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York, perdía 0,92% y el Nasdaq 0,44%.
Los pedidos de la industria estadounidense también se contrajeron en junio 0,8%.
Del otro lado del Atlántico, los temores al contagio de la deuda se acentúan en la Eurozona.
En Italia y España, en el ojo de mira de los mercados, la movilización es máxima para intentar frenar esta espiral infernal.
En primera línea, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ante el Parlamento que el país tiene "bases económicas sólidas" y bancos "solventes", aunque reconoció que el país necesita un "plan de acción inmediato para responder a los mercados" e incentivar el crecimiento.
Italia, tercera economía de la Eurozona, pesa dos veces más que los tres países salvados juntos, Grecia, Irlanda y Portugal. Si cede, la Eurozona como un todo podría verse amenazada.
En Madrid, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió una respuesta europea para calmar a los mercados.
Señal de desconfianza de los inversores, las primas de riesgo -diferencia con el bono alemán, referencia en la zona euro- alcanzaron en la mañana nuevos hitos a 407 puntos para España y a 391 para Italia.
Hacia las 16.00 GMT, el rendimiento de los títulos españoles a 10 años bajaba a 6,231% (contra 6,264% el martes) y el italiano a 6,076% (contra 6,120%).
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, exhortó a los dirigentes europeos para que envíen "una señal inequívoca de nuestra determinación a responder" a la crisis de la deuda soberana.
En Berlín, sin embargo, un portavoz del gobierno alemán aseguró que España e Italia "no tienen razones para exasperarse" y atribuyó las turbulencias a que "en verano tenemos un mercado muy pequeño" en el que los movimientos se "amplifican".
Ante un dólar hundido por la creciente preocupación sobre el vigor de la recuperación económica mundial, el euro se fortaleció cotizándose a 1,4318 dólares hacia las 16.00 GMT.
Valor refugio por excelencia, el oro volvió a registrar un nuevo récord a más de 1.670 dólares la onza, lo mismo que el franco suizo, que obligó al banco central helvético a intervenir para frenar su escalada ante la moneda europea y el billete verde.
La adopción del acuerdo para aumentar el techo de la deuda en Estados Unidos no bastó para llevar la calma a los mercados. Los temores suscitados por el enfrentamiento político estadounidense han recrudecido las tensiones en los países más débiles de la zona euro.
Después del anuncio de los indicadores de Estados Unidos, que han reforzado los temores sobre la salud de la primera economía mundial, las Bolsas europeas cayeron brutalmente.
La Bolsa de París perdió 1,93%, Londres 2,34%, Fráncfort 2,30%, Milán 1,54% y la de Madrid 0,85, después de haber evolucionado buena parte de la jornada en verde.
Ocultado temporalmente por las discusiones sobre la deuda en Estados Unidos, el temor por el débil crecimiento de la economía estadounidense se ha encaramado a lo alto de las preocupaciones.
Poco después de la publicación del índice sobre la actividad en los servicios en Estados Unidos, cuyo crecimiento se ralentizó en julio, el índice Dow Jones de la Bolsa de Nueva York, perdía 0,92% y el Nasdaq 0,44%.
Los pedidos de la industria estadounidense también se contrajeron en junio 0,8%.
Del otro lado del Atlántico, los temores al contagio de la deuda se acentúan en la Eurozona.
En Italia y España, en el ojo de mira de los mercados, la movilización es máxima para intentar frenar esta espiral infernal.
En primera línea, el jefe del gobierno italiano, Silvio Berlusconi, aseguró ante el Parlamento que el país tiene "bases económicas sólidas" y bancos "solventes", aunque reconoció que el país necesita un "plan de acción inmediato para responder a los mercados" e incentivar el crecimiento.
Italia, tercera economía de la Eurozona, pesa dos veces más que los tres países salvados juntos, Grecia, Irlanda y Portugal. Si cede, la Eurozona como un todo podría verse amenazada.
En Madrid, el jefe del gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, pidió una respuesta europea para calmar a los mercados.
Señal de desconfianza de los inversores, las primas de riesgo -diferencia con el bono alemán, referencia en la zona euro- alcanzaron en la mañana nuevos hitos a 407 puntos para España y a 391 para Italia.
Hacia las 16.00 GMT, el rendimiento de los títulos españoles a 10 años bajaba a 6,231% (contra 6,264% el martes) y el italiano a 6,076% (contra 6,120%).
En Bruselas, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, exhortó a los dirigentes europeos para que envíen "una señal inequívoca de nuestra determinación a responder" a la crisis de la deuda soberana.
En Berlín, sin embargo, un portavoz del gobierno alemán aseguró que España e Italia "no tienen razones para exasperarse" y atribuyó las turbulencias a que "en verano tenemos un mercado muy pequeño" en el que los movimientos se "amplifican".
Ante un dólar hundido por la creciente preocupación sobre el vigor de la recuperación económica mundial, el euro se fortaleció cotizándose a 1,4318 dólares hacia las 16.00 GMT.
Valor refugio por excelencia, el oro volvió a registrar un nuevo récord a más de 1.670 dólares la onza, lo mismo que el franco suizo, que obligó al banco central helvético a intervenir para frenar su escalada ante la moneda europea y el billete verde.
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