miércoles, 3 de agosto de 2011

Europa intenta calmar la inquietud de los mercados sobre Italia y España

BRUSELAS.- Los dirigentes europeos intentaron este miércoles atajar la "injustificada" crisis de la deuda soberana que acosa a España e Italia, frente a la cual el jefe de gobierno Silvio Berlusconi propuso un "plan de acción urgente" para reactivar la estancada economía de la península itálica.

En una intervención ante el Parlamento, Berlusconi, instó al país "a no dejarse llevar por el nerviosismo de los mercados" y elogió "la solidez" de la política y la economía italiana.
Berlusconi lanzó un "plan de acción urgente" que deberá ser aprobado por los actores sociales y que intenta espolear la tercera economía de la Eurozona, gravemente estancada desde hace una década.
El gobierno conservador italiano prometió acordar "un pacto para el crecimiento", fomentar la competitividad y las privatizaciones y reformar el estatuto de los trabajadores como medida contra la crisis.
El plan de Berlusconi fue lanzado después de que el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, calificara de "injustificadas" las tensiones en los mercados sobre España e Italia, habida cuenta de sus "fundamentos económicos y presupuestarios", por lo que pidió actuar con determinación.
Es "esencial que avancemos rápidamente hacia la implementación" de las medidas acordadas ante la crisis de la deuda en la zona euro y que "enviemos una señal inequívoca de nuestra determinación a responder (...) con los medios adaptados a la gravedad de la situación", instó en un comunicado Barroso.
El portugués urgió a los jefes de Estado y de Gobierno a "garantizar que estas acciones sean tomadas sin demora", en alusión a la aplicación de los acuerdos alcanzados en la cumbre de la Eurozona del 21 de julio de Bruselas.
En esa reunión, los mandatarios acordaron redoblar su ayuda a Grecia y modificar el fondo de rescate de la zona euro para que pueda comprar deuda de un Estado miembro en dificultades en el mercado secundario, un cambio que requiere la aprobación previa de los Parlamentos nacionales.
En la misma línea, el jefe del ejecutivo español, José Luis Rodríguez Zapatero, y el presidente de la Unión Europea (UE), Herman Van Rompuy, coincidieron en la "necesidad" de aprobar "cuanto antes" esos compromisos para "dar certidumbre y confianza a los mercados financieros".
Las primas de riesgo de Italia y España, es decir, el diferencial entre sus bonos soberanos a diez años con los alemanes, registraron el miércoles nuevos récords antes de moderarse.
La tensión se ciñó esta semana sobre Italia y España, la tercera y cuarta economías de la zona euro respectivamente, después de que fueran socorridas Grecia, Irlanda y Portugal.
Los inversores temen la peligrosa combinación de la elevada deuda pública que acarrean los Estados europeos con un crecimiento débil, una tónica que podría mantenerse hasta fines de año, según advirtió la agencia Standard and Poor's.
Rodríguez Zapatero, que regresó a Madrid de sus vacaciones estivales iniciadas la víspera, convocó a su ministra de Economía, Elena Salgado, a una reunión de urgencia el miércoles.
La Comisión Europea afirmó por su parte el martes que no hay ningún plan de rescate sobre la mesa para los países acorralados ahora por los mercados.
En cualquier caso, los expertos advierten que el coste de un salvavidas para Roma y Madrid sería superior a los fondos disponibles en el mecanismo de rescate creado en 2010 por la Eurozona y dotado inicialmente de 750.000 millones de euros.
La economía española se someterá el jueves a una nueva prueba de fuego, con la subasta de bonos de entre 2.500 y 3.500 millones de euros.

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