jueves, 4 de agosto de 2011

Expertos británicos ven probable un 'default' de Italia, pero no de España

LONDRES.- El Centro de Investigaciones sobre la Economía y los Negocios (CEBR por sus siglas en inglés) estima que, "siendo realistas", Italia está es probable que entre en un 'default', mientras que España podría salir de la situación actual sin tener que recurrir a un impago. 

   El consejero delegado de CEBR, Douglas McWilliams, asegura que el fracaso de los líderes europeos para superar los problemas económicos antes de irse de vacaciones en agosto ha dejado a España y Italia "en la estacada" y al presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, y al primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, pendientes de la situación.
   Sin embargo, señala que es importante entender las diferentes dinámicas de las situaciones de Italia y España, para lo cual ha diseñado dos escenarios. Así, señala que incluso en el peor de los supuestos, el ratio de deuda respecto al PIB de España no superará el 75%, aunque dependerá de si no obliga a los bancos a asumir mayores pérdidas de capital en sus carteras inmobiliarias y, por lo tanto, el sector no necesita más financiación pública.
   En este sentido, agrega que la clave de España es que sus exportaciones se mantienen claramente exitosas a pesar de la fortaleza del euro y que la mayoría de las propiedades vacías pertenecen a familias de clase que todavía no han sucumbido al mercado. "Crucemos los dedos, pero hay una posibilidad real de que España pueda evitar la reestructuración de la deuda y el impago a menos que se vea arrastrada por contagio", añade.
   Por el contrario, recalca que los cálculos para Italia son diferentes, ya que la posición de partida de su deuda es "mucho peor", el 128% del PIB. Así, señala que, aunque Berlusconi ha conseguido ejecutar un presupuesto muy ajustado, todavía no es lo suficientemente duro.
   Por ello, cree que si los mercados continúan forzándolo a aceptar costes de endeudamiento de alrededor del 6% y el crecimiento se mantiene cercano a cero, sus cálculos muestran que el ratio de deuda respecto al PIB aumentaría gradualmente hasta más del 150% en 2017. "Incluso si el coste de endeudamiento cae de nuevo al 4%, su tasa de crecimiento es tan anémica que vemos el ratio de deuda en el 123% en 2018", incide.  
   McWilliams añade que, dado que el mercado de deuda ha asumido unas tasas de crecimiento optimistas, se cree que la rentabilidad del bono llega a considerarse "crítica" antes de que la posición de deuda sea "insostenible" cuando se sitúa alrededor del 7%. Sin embargo, cree que con el lento crecimiento en el Sur de Europa como consecuencia de la competitividad que le da pertenecer al euro, el máximo sostenible es de entre el 4% y el 5%.
   Por otra parte, el consejero delegado de CEBR apunta que el mercado de deuda no ha tenido en cuenta lo suficiente la importancia del crecimiento en las exportaciones a la hora de determinar las posibles perspectivas de los países.
   En concreto, defiende que Irlanda, si no se ve afectada por el contagio, debería ser capaz de superar sus problemas con relativa facilidad por su tremendo éxito como país exportador, aunque tendrá consecuencias en la calidad de vida durante diez años.
   "España tiene una situación exportadora menos fuerte, pero cuenta con un menor ratio de deuda (aunque tiene un débil sector bancario) y con algo de suerte podría sobrevivir", añade McWilliams.
   En cambio, cree que Grecia no puede superar sus problemas de deuda y, "siendo realistas", este el mismo caso para Italia. En el caso de Portugal, cree que está cerca de la situación del país transalpino, aunque su posición es sólo un 85% tan mala.
   Por último, añade que estas distinciones matemáticas y económicas no importan, ya que si un país de la eurozona cae en un 'default', los mercados es probable que añadan presión en las economías más débiles y disparen los intereses. En resumen, McWilliams se muestra "pesimista" sobre las oportunidades del euro en conjunto.

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