viernes, 2 de septiembre de 2011

La economía brasileña se desacelera en el segundo trimestre

BRASILIA.- La economía brasileña se desacelera en el segundo trimestre. El crecimiento fue de 3,1% sobre el mismo período de 2010. En el semestre, el Producto Interno Bruto (PIB) brasileño acumula un crecimiento de 3,6%, y en 12 meses de 4,7%, informó el viernes el oficial Instituto Brasileño de Geografía y Estadística (IBGE) al divulgar los datos del segundo trimestre del año.

"El resultado muestra que hubo una desaceleración de la economía brasileña" que comenzó al final de 2010, afirmó el ministro de Hacienda, Guido Mantega.
"Estamos esperando un crecimiento todavía bajo del tercer trimestre de 2011, y una aceleración del crecimiento en el cuarto trimestre, de modo de completar un crecimiento en 2011 cercano a 4%", dijo Mantega en una conferencia con periodistas internacionales y analistas.
Al inicio del año el gobierno había previsto un crecimiento de 5%.
Los datos del PIB muestran que el gigante mercado interno, con una bajísima tasa de desempleo de 6% y el consumo todavía firme, continúa impulsando el PIB, y que la economía brasileña sigue creciendo, aunque a un ritmo más moderado en un escenario de crisis en las grandes naciones industrializadas.
El sector servicios avanzó 0,8% en el segundo trimestre, la industria 0,2% y la agropecuaria se contrajo 0,1%. La formación de capital fijo, que representa la inversión, creció 1,7% y el consumo de las familias, 1%.
En el primer semestre, el destaque también fue para servicios, con expansión de 3,7%, seguido de 2,6% de la industria y 1,4% de la actividad agropecuaria.
Tras conocerse el resultado del PIB, la presidenta brasileña, Dilma Rousseff, aseguró que el país "tiene plenas condiciones para enfrentar este momento de turbulencia que está asolando a las economías desarrolladas".
Brasil "será uno de los países que más crecerá en los próximos años, tenemos todas las condiciones para estar entre las primeras economías del mundo", había dicho el jueves la mandataria, que asumió el cargo el 1 de enero.
La industria es el sector que más sufre con la crisis externa, que seca los mercados de consumo y que, con la valorización del real brasileño, pierde competitividad externa y ve multiplicar las importaciones en el país.
El Banco Central expresó esta semana preocupación de que la situación internacional debilite el crecimiento económico brasileño, pero ese impacto todavía no había llegado al país en el segundo trimestre, y debe comenzar a sentirse a partir del tercero, dijo el analista de LCA Consultores, Homero Gizzo.
Para el especialista, las consecuencias de la crisis externa en el país serán moderadas porque China, que es el principal hilo conductor de la crisis hacia Brasil, sigue creciendo y consumiendo los productos básicos brasileños.
Aún así, los economistas han estado rebajando las proyecciones de crecimiento de Brasil, y muchos ya pronostican un PIB más cercano a 3,5% o incluso 3% para 2011, y por debajo de 4% en 2012.
Esa situación, advierten, trae sin embargo una consecuencia positiva: ayudará a Brasil a enfrentar la inflación que se estima puede cerrar el año en un elevado 6,3%.
Recuperándose de la crisis de 2008 y 2009, la economía brasileña creció 7,5% en 2010.

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