lunes, 12 de septiembre de 2011

El temor a un impago griego golpea a banca francesa y al euro

PARÍS.- Los crecientes temores a una suspensión de pagos en Grecia provocaron el lunes un huracán en los bancos franceses y golpearon con dureza el euro, mientras bajaba la confianza de los inversores en la capacidad de las autoridades europeas para remontar la crisis de deuda.

Las acciones de los bancos Societe General, BNP Paribas y Credit Agricole se desplomaron más de un 10 por ciento en medio de expectativas de una posible rebaja por parte de la agencia calificadora Moody's, debido a la gran exposición de esas instituciones a los bonos griegos.
La impactante renuncia el viernes pasado del economista jefe del Banco Central Europeo, Juergen Stark, y las declaraciones durante el fin de semana de políticos alemanes sugiriendo que Atenas podría tener que caer en impago llevaron el lunes al euro a un mínimo de 10 años contra el yen y de siete meses contra el dólar, aunque luego recuperaron algo de terreno.
"Europa no solo está dando bandazos de una crisis a otra. Está dando un bandazo a una nueva crisis antes de que la anterior se resuelva", dijo Makoto Noji, estratega sénior en SMBC Nikko Securities.
La tormenta obligó a SocGen, el prestamista francés más afectado en las últimas semanas, a anunciar más medidas drásticas que la semana pasada negaba estar considerando, lo que aceleró la caída de sus acciones.
Las acciones de SocGen se cotizaron a un mínimo histórico de 15,55 euros, tras perder más de dos tercios en siete meses. Desde mediados del 2007, el banco ha perdido 52.000 millones de euros en su valor de mercado, que actualmente está en 12.000 millones de euros, menos que el grupo de bebidas alcohólicas Pernod Ricard o la casa de modas Christian Dior.
El consejero delegado del banco, Frederic Oudea, dijo que no había discusiones respecto a una posible intervención estatal de la banca francesa.
El ministro de Finanzas galo, François Baroin, dijo que los bancos franceses eran lo suficientemente sólidos para soportar cualquier crisis en Grecia y el gobernador del Banco de Francia, Christian Noyer, se apresuró a declarar que la banca francesa no estaba en peligro.
"No hay crisis para los bancos porque los que están siendo golpeados actualmente por los mercados tienen todos los medios necesarios para ofrecer soluciones", dio Baroin a periodistas, añadiendo que los bancos centrales del G-7 estaban comprometidos a suministrar "tanta liquidez como necesiten los bancos".
La banca y las aseguradoras francesas no solo son los mayores tenedores de bonos gubernamentales griegos, tanto de forma directa como mediante subsidiarios griegos, sino que también son los mayores acreedores de Italia, que se acerca cada vez más a la línea de ataque de los mercados.
También se espera que Moody's rebaje la calificación soberana "Aa2" de Italia esta semana, indicó Richard Kelly, jefe de investigación de divisas y tasas europeas de TD Securities, notando que tanto Fitch como Standard & Poor's ya rebajaron sus notas para Roma.
Fue un inicio aciago de semana para la eurozona, que va a vivir unas jornadas cruciales.
El BCE desveló que había comprado otros 14.000 millones de euros en bonos de gobiernos de la eurozona la semana pasada, la mayor cantidad en tres semanas, bajo una controvertida política para rebajar los costes de endeudamiento de los países periféricos en apuros.
El banco central tiene ahora un total de 143.000 millones de euros en bonos italianos, españoles, griegos, portugueses e irlandeses en su programa de mercado de valores, que llevó a Stark -- un halcón del banco central alemán -- a dimitir.
Grecia reanudó las conversaciones con sus prestamistas internacionales sobre un tramo clave de ayuda, tras anunciar el domingo un nuevo impuesto a las propiedades para intentar reducir su déficit fiscal. Atenas apenas tiene liquidez para unas semanas.
Los ministros de Finanzas de la UE están tratando de resolver. antes de una reunión el viernes en Polonia, disputas sobre el planeado segundo plan de rescate a Grecia, incluida una pelea por las demandas finlandesas de compensaciones.
El plan de rescate giego ha sido puesto en duda ante los repetidos incumplimientos de los objetivos fiscales acordados con la UE y el Fondo Monetario Internacional, más la incertidumbre sobre la escala de la participación del sector privado en el intercambio de bonos y refinanciación de la deuda.
Alemania trató de dosificar el impacto en el mercado de una serie de declaraciones y filtraciones a los medios el fin de semana que sugerían que Berlín ahora asume que Grecia caerá en un impago y está trabajando por aislar a Atentas del resto de la zona euro.
El vicecanciller Philipp Roesler, que es ministro económico y líder de un partido menor de la coalición cada vez más euroescéptico, los Demócratas Libres, dijo que no podía haber tabúes para estabilizar el euro.
"Eso incluye, si es necesario, una bancarrota ordenada de Grecia, si los instrumentos requeridos están disponibles", escribió en un artículo en el diario Die Welt.
No obstante, un portavoz del ministerio económico dijo el lunes que un instrumento de ese tipo no estaba disponible actualmente, y un portavoz del gobierno insistió en que había un acuerdo firme entre Roesler y la canciller Angela Merkel sobre la crisis de deuda de la eurozona.
"Queremos estabilizar toda la eurozona con todos los estados miembros", dijo el portavoz del gobierno Steffen Seibert en una sesión informativa.
Preguntado sobre las conversaciones de una expulsión o una salida voluntaria de Grecia de la eurozona, dijo: "La posición legal de todos modos se interpone en el camino de unos pasos semejantes".
Seibert añadió que si Atenas no cumplía su compromiso fiscal con la UE, BCE y FMI, ello conllevaría automáticamente el no pagar el siguiente tramo de ayuda.
El viceministro de Finanzas griego dijo que el gobierno tenía efectivo para operar hasta el mes próximo, subrayando la necesidad urgente de que el siguiente préstamo de emergencia continúe en vigor.
"Definitivamente tenemos espacio para maniobrar dentro de octubre", dijo Sachinidis en una entrevista con el canal de televisión Mega, respondiendo consultas sobre por cuánto tiempo más el Gobierno podrá pagar salarios y pensiones.
Los sindicatos griegos amenazaron con sabotear la nueva tasa sobre propiedades anunciada el domingo por el gobierno en un último esfuerzo por contentar a los prestamistas internacionales, que las autoridades prevén cobrar a través de la factura de la luz para asegurar que se paga rápidamente.
Los sindicatos de la eléctrica PPC dijeron que se opondría a la emisión de estas facturas y ordenaría a los empleados a no cortar la luz de los clientes que se hayan negado a pagar el impuesto.

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