domingo, 18 de septiembre de 2011

La Fed dará a la economía una terapia, no tratamiento de choque

WASHINGTON.- La Reserva Federal, enfrentada a las crecientes tensiones financieras globales y los temores a una posible recesión, se apresta a reforzar la presión a la baja sobre las tasas de interés de largo plazo esta semana, en un intento por acelerar la floja recuperación económica de Estados Unidos.

Con un ojo en la profundización de la crisis de la deuda en Europa y el otro en el persistentemente alto desempleo, situado en un 9,1 por ciento, la Fed parece que comenzará a cambiar la composición de su hoja de balance para dar más espacio a los papeles de largo plazo.
Tras llevar las tasas de corto plazo a cerca de cero e inundado su balance financiero con compras de bonos que superaron los 2 billones de dólares, los analistas afirman que el banco central está buscando maneras menos directas de aumentar su apoyo, como un cambio en sus tenencias de deuda desde el corto al largo plazo.
"Esto envía una señal de que la Fed todavía está activo parav apoyar el crecimiento", dijo Michelle Meyer, economista de Bank of America Merrill Lynch.
Un torrente de débiles datos económicos en Estados Unidos mermaron las esperanzas de un segundo semestre tras un decepcionante comienzo de año, proyectando una sombra sobre la reunión.
La economía estadounidense creció menos de un 1 por ciento anual en la primera mitad del 2011 y los funcionarios de la Fed han admitido la necesidad de rebajar sus previsiones.
Las perspectivas de una sólida recuperación se derrumbaron durante el verano boreal.
El presidente de la Fed, Ben Bernanke, anunció a finales de agosto que el consejo de política monetaria extendería su reunión de septiembre de un día a dos. Los funcionarios utilizarían este tiempo para debatir si tomar alguna acción para impulsar la recuperación.
La rebaja de la calificación crediticia de Estados Unidos tras una dura batalla política por el alza del límite de endeudamiento del país golpeó la confianza de las empresas y los consumidores.
Los empleadores no sumaron ningún puesto neto en agosto, un duro golpe para las esperanzas de una recuperación del empleo.
Al mismo tiempo, la crisis de la deuda en Europa se intensificó, presionando a los bancos europeos y sacando a los inversionistas de los activos de riesgo en todo el mundo.
Sin embargo, los consejeros de la Fed están muy divididos sobre la necesidad de tomar más medidas.
Toda política expansiva, incluyendo una iniciativa menor como reacomodar las tenencias de deuda en su cartera, probablemente tenga tres disidentes, al igual que la decisión de la Fed del 9 de agosto de mantener las tasas de interés en niveles históricamente bajos hasta mediados del 2013.
La estrategia de comprar deuda del Gobierno a largo plazo tiene historia: la operación Twist, que se ejecutó desde 1960 hasta 1965.
Este programa fue una iniciativa tanto para combatir la recesión como para disminuir un persistente déficit comercial, pero no constituyó un esfuerzo por expandir la política monetaria.
Los funcionarios de la Fed deberán decidir cuán audaces serán con su Operación Twist II. Una apuesta modesta sería que la Fed simplemente reemplace los valores que están cerca de vencer con papeles a largo plazo. Un modo alternativo sería que la Fed venda activamente notas a corto plazo para comprar bonos a largo plazo.

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