jueves, 22 de septiembre de 2011

Se encienden las alarmas por la crisis en Europa

WASHINGTON.- Siete dirigentes mundiales exigieron el jueves a Europa que adopte medidas más decisivas para frenar su crisis de deuda después de que un estudio del Banco Central Europeo advirtiera de que todo el proyecto monetario del euro está en peligro.

Mientras altos cargos de finanzas se reunían en Washington para sendas reuniones del Grupo de los 20 y del Fondo Monetario Internacional, una carta abierta a la presidencia del G-20 - que recae en Francia - de los máximos dirigentes de Australia, Canadá, Indonesia, Reino Unido, México, Sudáfrica y Corea del Sur destacó que la amenaza de la crisis en la zona euro se está extendiendo por todo el mundo.
"Los gobiernos e instituciones de la zona euro deben actuar con rapidez para resolver la crisis del euro y todas las economías europeas deben afrontar el exceso de deuda para evitar el contagio al resto de la economía global", escribieron los siete.
"La zona euro debe revisar todas las opciones posibles para asegurar la estabilidad a largo plazo de la segunda mayor divisa internacional del mundo", agregaron.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Timothy Geithner, también reiteró sus advertencias a Europa, al afirmar que la contención de la crisis es más importante que los esfuerzos por impulsar el crecimiento europeo, y agregó que es esencial proporcionar recursos suficientes que eviten una quiebra de Grecia. Pero expresó confianza en que Europa va a actuar.
"Saben que si se deja, como hizo Estados Unidos en la parte inicial de 2008, que el impulso de estas preocupaciones aumente, les será muy difícil detenerlo, mucho más caro detenerlo", dijo Geithner en un foro en Washington.
"Por lo tanto, los verán actuar con más fuerza en las próximas semanas y meses", agregó.
Las bolsas en todo el mundo se desplomaban el jueves, dados los temores de los inversores por el sombrío panorama del crecimiento global. Los índices de acciones europeas cayeron más del 4 por ciento y en Wall Street se hundían más del 3 por ciento.
Los ministros de Finanzas del Grupo de las 20 mayores economías desarrolladas y emergentes se reúnen a cenar en Washington el jueves para discutir sobre la crisis, pero no tienen planes de emitir una declaración.
El estudio del BCE, quizás la advertencia más fuerte sobre el futuro del euro entregada por una autoridad monetaria, fue la despedida del economista jefe del BCE, Jürgen Stark, quien dimitió este mes tras oponerse a la política del banco de comprar bonos de países en dificultades.
"El enorme incremento de los desequilibrios fiscales en la zona euro en general y la nefasta situación en países miembros concretos ponen en peligro la estabilidad, crecimiento y empleo, así como la sostenibilidad de la propia zona euro", dijo el estudio, publicado por el BCE pero no respaldado por la entidad.
El estudio, del que Stark es coautor, recomendó que los países de la zona euro acometan normas nuevas y más severas respecto a la deuda, que sus déficit sean aprobados a nivel europeo y que si no se cumplen, conlleven sanciones automáticas.
Más urgente es la necesidad de apoyar a los bancos europeos y dar nuevos poderes al fondo de rescate de la zona euro, ya que muchos economistas creen que Grecia no será capaz de evitar indefinidamente la moratoria.
El nuevo organismo de supervigilancia de la Unión Europea, la Junta Europea de Riesgo Sistémico (ESRB, por sus siglas en inglés), advirtió que las repercusiones de la crisis de deuda que nació en Grecia en 2009 han llevado a riesgos de inestabilidad financiera en Europa considerablemente más altos.
"La elevada interconexión en el sistema financiero de la UE ha llevado a un rápido riesgo de contagio cada vez más significativo. Esto amenaza la estabilidad financiera de la UE en general e impacta negativamente sobre la economía real en Europa y fuera de ella", agregó.
El comité encabezado por el presidente del Banco Central Europeo, Jean-Claude Trichet, exhortó a las autoridades a tomar "medidas rápidas y decisivas". Existe una amplia percepción de que los líderes han actuado con lentitud en la lucha por contener la crisis.
El comité sostuvo que los supervisores "deberían coordinar los esfuerzos para fortalecer el capital bancario, incluyendo tener recursos para servicios de liquidez de respaldo, tomando en cuenta también la necesidad de valuaciones transparentes y consistentes de las exposiciones soberanas".
El FMI ha presionado por una recapitalización de la banca europea, lo que ha sido recibido con la oposición de algunos directivos bancarios y de los gobiernos de la UE, que argumentan que los balances financieros en la región son sólidos.
La crisis ha elevado la presión sobre los bancos europeos, especialmente los franceses, que están muy expuestos a Grecia y a otros países de la zona euro en problemas.
El temor a la exposición de la banca francesa ha rebajado en decenas de miles de millones de euros su valor de mercado en las últimas semanas y restringido su acceso a la financiación en general, particularmente de fondos estadounidenses.

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