WASHINGTON.- El Fondo Monetario Internacional (FMI) decidirá en abril si amplía sus fondos para hacer frente a la crisis financiera, en vistas a un posible contagio de la coyuntura económica europea al resto del mundo.
La cuestión de los fondos disponibles por el organismo internacional ha sido el eje central de la cumbre celebrada este domingo. Al respecto, el presidente del banco central chino, Zhou Xiaochuan, ha asegurado que "los recursos financieros (del FMI) no son los adecuados para hacer frente a las potenciales necesidades de los países más afectados por la crisis".
En un comunicado, el Consejo Ejecutivo del FMI ha exhortado a las economías desarrolladas a actuar de forma decidida contra los peligros que acarrean la situación económica a nivel mundial, para la cual, ha confirmado, revisará sus fondos para garantizar "una adecuada resolución" de la actual crisis y, por ende, evitar otras futuras.
En este sentido, la directora gerente, Christine Lagarde, ha reafirmado este mismo mensaje, si bien ha añadido que el fondo disponible para los préstamos, cifrado en 400.000 millones de dólares (casi 296.400 millones de euros), no es suficiente "en comparación con las potenciales necesidades financieras de los países vulnerables".
No obstante, en un escenario de extrema gravedad, el FMI podría necesitar un montante cercano a los 840.000 millones de dólares (622.400 millones de euros), según precisa un documento interno de comienzos de este mes.
Largarde ha sostenido que la credibilidad del FMI y su efectividad depende del mantenimiento de la confianza tanto en sus países miembro como su habilidad para realizar los préstamos cuando los problemas arrecian.
No en vano, la directora gerente del FMI ha mandado señales de seguridad al declarar que el organismo "está listo y proveerá de todos aquellos tipos de recursos necesarios y disponibles a cualquiera de sus miembros" si así lo requirieran.
Estas afirmaciones apuntaban al creciente escepticismo sobre la quiebra de Grecia y el posible efecto dominó que acarrearía su bancarrota sobre Irlanda y Portugal, así como sobre otros países afectados por la crisis de la deuda como Italia o España.
Por ello, Lagarde ha insistido en que examinará con mayor detenimiento los instrumentos de préstamo y la creación de otros adicionales para lidiar con los efectos potenciales de la crisis.
A colación de estas declaraciones, el ministro de Finanzas francés, François Baroin, ha resaltado la importancia de que el FMI tenga el suficiente poder para combatir las crisis y ha aseverado que debería mantener activado de forma permanente su fondo de emergencia.
"Junto con las medidas (de liquidez) implementadas durante la última crisis, también debería haber más mecanismos suplementarios e instrumentos que puedan ser puestos en marcha de forma muy rápida", ha apostillado.
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