lunes, 19 de septiembre de 2011

Instan a Grecia a reducir el Estado para evitar el impago

ATENAS.-  Los acreedores internacionales dijeron a Grecia el lunes que debe reducir su sector público y mejorar la recaudación de impuestos para evitar una inminente suspensión de pagos de su deuda, mientras los inversores huían de los activos arriesgados de la zona euro.

Horas antes de una teleconferencia entre el ministro de Finanzas griego e importantes responsables de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional, el representante del FMI en Grecia esbozó los pasos que debe dar Atenas para asegurarse la entrega de un vital tramo del rescate por 8.000 millones de dólares el próximo mes.
"La pelota está en el lado griego. La aplicación es esencial", indicó el responsable del FMI Bob Traa en una conferencia sobre economía.
Se necesitan medidas de ahorro adicional para recortar el déficit público a un nivel sostenible y reducir el poder del sector público sobre los recursos -es decir, recortar empleos y disminuir pagos y pensiones-, además de mejorar la recaudación en vez de agregar nuevos impuestos, indicó.
Las acciones europeas y el euro cayeron fuertemente ante los temores de una suspensión de pagos en Grecia y tras lo que se percibió como un fracaso de los ministros de Finanzas de la UE en acordar nuevos pasos para resolver la crisis de deuda de Europa en las conversaciones del fin de semana.
Otra derrota electoral regional de la canciller alemana, Angela Merkel, también sumaba incertidumbre.
En muestras de creciente tensión, los rendimientos de los bonos italianos y españoles subían aún más por encima del 5 por ciento, pese a seis semanas de compras del Banco Central Europeo.
El coste de asegurar la deuda de la periferia de la zona también aumentaba.
El gabinete griego se reunirá tras la teleconferencia con la troika de FMI/BCE/UE, pospuesta para las 16:00 GMT, para discutir más medidas de austeridad que compensen la estrechez fiscal.
El primer ministro, Georgios Papandreu, canceló a último hora un viaje planeado a Washington y Naciones Unidas, y volvió a casa el sábado en respuesta a la crisis.
La prensa griega publicó una lista de 15 medidas de austeridad que la troika estaría exigiendo al Gobierno socialista para recibir el próximo tramo de ayuda.
Entre las medidas se encontraba el despido de otros 20.000 empleados fiscales, recortar o congelar los salarios y pensiones estatales, aumentar el impuesto al aceite para calefacción, cerrar las organizaciones estatales deficitarias, recortar el gasto en salud y acelerar las privatizaciones.
Traa reconoció que el programa de rescate de la UE y el FMI carecía del apoyo público e indicó que había mucha buena voluntad para darle más tiempo a Grecia en su programa de ajuste, en una economía más débil de lo esperado.
El ministro de Finanzas, Evangelos Venizelos, dijo que la economía se contraería un 5,5 por ciento este año, tras retroceder 4 por ciento en 2010. Recortar el gasto sería una prioridad del presupuesto 2012, indicó.
Ante la pregunta de si Grecia tendrá el próximo tramo crucial para pagar pensiones y salarios en octubre, Venizelos dijo: "Sí, por supuesto".
Aunque pese a recibir el préstamo, muchos economistas e inversores creen que Atenas tendrá que caer en moratoria de su tremenda deuda -equivalente a más del 150 por ciento del Producto Interior Bruto- dentro de algunos meses.

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