lunes, 19 de septiembre de 2011

Obama defiende su impuesto a las grandes fortunas para un reparto "más justo"

WASHINGTON.- El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, ha enviado al Congreso estadounidense su propuesta para reducir el déficit de Estados Unidos en cuatro billones de dólares (2,9 billones de euros) en los próximos diez años, que incluye  la creación de un nuevo impuesto a las grandes fortunas estadounidenses para que se haga un reparto "justo" de los impuestos entre los ciudadanos. 

   En un comparecencia ante los medios en la Casa Blanca, Obama instó a los legisladores estadounidenses a que aprueben su propuesta e insistió en que las familias de clase media "no deben pagar más impuestos" que los millonarios. "Esto no es una lucha de clases. Es pura matemática", remarcó.
   Obama recalcó que no apoyará ningún plan que sitúe toda la carga de reducir el déficit en la clase medida americana y advirtió de que vetaría cualquier ley que cambie los beneficios para los que depende del programa Medicare pero no aumente los ingresos pidiendo a los más ricos y a las grandes empresas que pagan una cantidad justa.  
   En este sentido, recalcó que no va a salir adelante un acuerdo unilateral que perjudique a la gente más vulnerable del país, e incidió en que cualquier reforma propuesta debe incluir un incremento de los ingresos para reducir el déficit presupuestario. "Debemos recortar lo que no podemos pagar en nombre de lo que realmente importa", incidió.
   El presidente estadounidense ha enviado este lunes al comité formado por miembros de los partidos republicano y demócrata su propuesta para impulsar el crecimiento económico y del empleo y con el que buscar reducir el déficit en tres billones de dólares (2,1 billones de euros) durante la próxima década, que se añaden al billón de dólares (733.000 millones de euros) que se acordó cuando se elevó el techo de deuda en agosto.
   Obama pretende reducir el déficit hasta el 2,1% del PIB en 2021 gracias a este plan, sin el cual alcanzaría en esa fecha el 5,5%, mientras que la deuda caerá hasta el 73% del PIB en 2021, 18 puntos porcentuales menos de lo que registraría si no se adoptan medidas.
   Entre las medidas creadas, se incluye la denominado tasa 'Buffett' por el multimillonario estadounidense Warren Buffett, quien propuso que las grandes fortunas del país contribuyan más a la economía estadounidense, y que tiene como objetivo recaudar 1,5 billones de dólares (un billón de euros).
   El presidente estadounidense propone en general una amplia reforma fiscal que se basa en principios como impuestos más bajos, recortar exenciones fiscales y lagunas jurídicas, impulsar la creación de empleo y el crecimiento y conseguir con la 'Tasa Buffet' que las personas que ganan más de un millón de dólares al año no paguen menor porcentajes de impuestos que las familias de clase media.
   Además de la reforma fiscal, este plan incluye reducciones en el gasto del presupuesto de Defensa por valor de 1,1 billones de dólares (806.000 millones de euros) como consecuencia de la retirada de las tropas en Irak y Afganistán e incluye su programa de creación de empleo presentado a principios de septiembre.
   De forma paralela, el presidente propondrá también recortes por valor de 320.000 millones de dólares (234.500 millones de euros) en los programas Medicare y Medicaid, a través de la reducción de gasto inútil y pagos erróneos, y apoyando reformas que impulsen la calidad de la sanidad.
   La propuesta de Obama es probable que se enfrente al rechazo de los miembros del partido republicano, que controlan la Cámara de Representantes estadounidense, ya que se oponen firmemente a las subidas de impuestos para incrementar los ingresos.
El presidente de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, el republicano Jonh Boehner, ha rechazado la propuesta del presidente al considerar que no es una "contribución seria" al trabajo que está realizando el Congreso.
   "Enfrentar a un grupo de estadounidenses contra otros no es liderazgo. El Comité conjunto seleccionado está comprometido a llevar a cabo un serio trabajo para hacer frente a un serio problema: el empleo en Estados Unidos. Desafortunadamente, el presidente no ha hecho una contribución seria a este trabajo hoy", afirma en un comunicado.
   En este sentido, Boehner recuerda que la insistencia de la administración en elevar los impuestos a los creadores de empleo y su rechazo a tomar las medidas necesarias para fortalecer los programas de ayuda social son las razones por las que el presidente y él no fueron capaces de llegar a un acuerdo con anterioridad. "Y es evidente que esas barreras siguen ahí", añade.
   Los republicanos explican que la propuesta del presidente elevaría los impuestos a las pequeñas empresas y al capital privado, que son una parte esencial de la creación de empleo en la economía del país.
   Asimismo, recuerdan que al rehusar a apoyar mejoras estructurales que fortalezcan los programas de ayuda, el presidente ha elegido ignorar los avisos sobre la crisis de deuda enviados por los mercados en agosto, dejando a los estadounidenses expuestos a la posibilidad de nuevas rebajas de la calificación que dañarán la confianza y harán más difícil que la economía crezca y cree empleo.

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