jueves, 15 de septiembre de 2011

Técnicos de la Unión Europea y el FMI llegan a Lisboa para negociar los nuevos recortes

LISBOA.- Una "misión técnica" formada por miembros de la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional (FMI) comenzará a trabajar a partir de hoy junto al Gobierno portugués para negociar medidas de austeridad adicionales de cara al ejercicio 2012.

Fuentes comunitarias precisaron que los técnicos enviados por ambas instituciones "intercambiarán información" con miembros del Ejecutivo luso para decidir cuáles deben ser los próximos pasos a seguir por Portugal para garantizar el cumplimiento de sus compromisos.
Los representantes de la UE y el FMI analizarán, asimismo, el grado de ejecución de los ajustes y reformas aprobados durante los últimos meses y que fueron previamente acordados con las autoridades portuguesas a cambio del rescate financiero de 78.000 millones de euros solicitado el pasado mes de abril.
Sin embargo, el amplio programa de recortes al que se comprometió Portugal para el período 2011-2014 puede ser insuficiente, según advirtieron representantes de ambos organismos, debido a un "agujero" de 2.200 millones de euros en las cuentas públicas desvelado posteriormente por el nuevo Gobierno conservador, vencedor de las elecciones de junio.
Este desvío complica el cumplimiento de sus objetivos de reducción del déficit público, que debe bajar desde el 9,1 por ciento en 2010 hasta el 5,9 por ciento en 2011, el 4,5 por ciento en 2012 y el 3 por ciento en 2013.
Para compensar -al menos parcialmente- el "agujero" encontrado en las finanzas lusas, el Ejecutivo aprobó este verano nuevos recortes no recogidos en el memorando firmado con la UE y el FMI, entre ellos un impuesto a la paga de Navidad de los trabajadores.
El Gobierno portugués ya ha mostrado su disposición a negociar más ajustes, que deberán figurar en los presupuestos para el ejercicio 2012.
Representantes de diferentes sectores sociales y económicos han solicitado al Ejecutivo que centre ahora sus esfuerzos en recortar el gasto público en vez de incrementar los ingresos a través del aumento de impuestos.
El último de ellos fue el gobernador del Banco de Portugal, Carlos Costa, quien ayer recordó al Gobierno la importancia de conjugar la "consolidación" presupuestaria con el crecimiento económico.
Entre las medidas de austeridad adicionales que plantea el Ejecutivo luso se encuentra el Plan de Reducción y Mejoría de la Administración Central, y que prevé la supresión de 1.712 puestos directivos y 137 entidades públicas.

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