sábado, 17 de septiembre de 2011

Trichet dice que las nuevas sanciones para países con déficit excesivo suponen una "mejora sustancial"

WROCLAW.- El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, ha dicho que el compromiso alcanzado entre la Eurocámara y los Gobiernos sobre el nuevo sistema de sanciones para los países con déficit excesivo "no es perfecto" pero supone una "mejora sustancial" porque introduce más automatismo en la imposición de multas y resta margen de maniobra a pactos políticos para frenarlas.

   Trichet había criticado con vehemencia el compromiso inicial alcanzado por los ministros de Economía de la UE el pasado marzo por considerarlo insuficiente para prevenir nuevas crisis de deuda y pidió a la Eurocámara que lo endureciera.
   "Si comparo lo que se ha decidido con la posición inicial de los Gobiernos veo una mejora sustancial. No digo que sea perfecto. Pero es una mejora muy importante", ha señalado el presidente del BCE en rueda de prensa tras el Ecofin informal de Polonia, en el que los Veintisiete han ratificado el acuerdo logrado este jueves por la presidencia polaca con el Parlamento.
   Por su parte, el comisario de Asuntos Económicos, Olli Rehn, ha señalado que espera que las nuevas sanciones "estén en vigor como muy tarde el 1 de enero" de 2012. Y ha recordado que en la actualidad 23 de los 27 Estados miembros de la UE se hallan sometidos a un expediente sancionador por déficit excesivo. A su juicio, el nuevo sistema servirá para "reforzar la disciplina fiscal" y evitar nuevas crisis de deuda.
   El principal punto de discrepancia que impedía el compromiso es que la Eurocámara, con el apoyo del Banco Central Europeo (BCE), exigía que las multas, de hasta el 0,2% del PIB, sean casi automáticas a propuesta de la Comisión a menos que una mayoría cualificada de países las rechace. Se trata de evitar lo ocurrido en 2003, cuando Alemania y Francia frenaron las sanciones que reclamaba el Ejecutivo comunitario y dinamitaron el Pacto de Estabilidad.
   En contraste, los Veintisiete deseaban conservar un mayor margen de maniobra político antes de lanzar los procesos sancionadores a los países endeudados o poco competitivos.
   Finalmente, Parlamento y presidencia polaca han pactado una vía intermedia, según la cual los procedimientos sancionadores contra los Estados miembros que no respeten los objetivos de estabilidad presupuestaria se lanzarán de forma automática, a propuesta de Bruselas, salvo que una mayoría simple de países (es decir, 9 de los 17) se oponga.
   Una vez iniciado el expediente sancionador, las siguientes fases sí serán prácticamente automáticas, ya que se necesitará una mayoría cualificada de Estados miembros para tumbar las propuestas de multa de la Comisión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario