domingo, 30 de octubre de 2011

China afronta la hostilidad de su población por el fondo de estabilidad europea

PEKÍN.- Si el gobierno de China parece dispuesto a ayudar a Europa comprando parte de su deuda, los ciudadanos chinos, enfrentados a una fuerte inflación, no comprenden porqué ellos deben socorrer a países que forman el club de los ricos y que viven por encima de sus recursos.

Principal detentor mundial de reservas internacionales, con más de 3,2 billones de dólares, China ha reiterado que está dispuesta a participar de operaciones para sostener el euro.
Segunda mayor economía del mundial, tiene los medios y las razones suficientes para acudir en ayuda de Europa, el principal mercado de sus exportaciones, junto a Estados Unidos.
El presidente de China, Hu Jintao, partió este domingo en un viaje oficial a Australia y Europa, durante el cual asistirá a la cumbre del G20 en Francia, creando esperanzas de que el país acceda a un compromiso más firme en relación al Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF).
El G20, integrado por las principales economías del mundo, se reunirá en la ciudad de Cannes (sur de Francia) el jueves y el viernes próximos, una semana después de que los líderes de la Unión Europea llegaran a un acuerdo para hacer frente a la crisis de la deuda.
Pero el momento no es favorable para China, que registra una desaceleración de su crecimiento y afronta dificultades para controlar una inflación que penaliza a los más pobres por la fuerte alza de los productos alimenticios.
La hostilidad de los chinos a la idea de socorrer a Europa se expresa fundamentalmente en los 'weibos', microblogs en la red internet y que cuentan con centenas de millones de usuarios. "Europa es mucho más rica que China. ¿Cómo es que le falta dinero? Es una verdadera estafa", expresó una popular participante en los 'weibos', Song Hongbing.
"¿Cuándo se dedicarán a ayudar a su población, a alimentar a los niños de la zona rural, a dar trabajo a las legiones de estudiantes graduados que están en el desempleo, a permitir a las masas modestas una vivienda?", preguntó otro, que utiliza el seudónimo Post-90 Voice.
De acuerdo con Michael Pettis, profesor de finanzas de la Universidad de Pekín, la oposición de la opinión pública a este ayuda constituye una fuente real de inquietud para las autoridades, aún en un país donde el Partido Comunista gobierna sin consultar a la población.
La zona del euro decidió fortalecer el poder de fuego del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), haciendo que su capacidad de intervención pase de un nivel de 440.000 millones de euros a un billón.
Sin embargo, Pekín, que ya es un inversor importante en el FEEF, no ha dado señales de un nuevo compromiso, en espera de "aclaraciones".
El país ya experimentó mala fortuna con sus inversiones extranjeras, ya que participaba del capital del banco estadounidense Morgan Stanley y del fondo de inversiones Blackstone, que sufrieron golpes devastadores con la crisis financiera de 2008. Los dirigentes chinos "han sido muy criticados en el país por ello y pienso que quieren evitar repetir la experiencia", dijo Pettis.
El diario Global Times, publicado en inglés, propuso que China exija concesiones de los países europeor por su contribución, en particular una mayor apertura de los mercados, o que baje el tono de sus críticas a la sobrevalorización del yuan. "Una Europa desarrollada le pide dinero a China. Son muchos los que no comprenden porqué China debería aceptar", publicó el diario en un editorial.

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