martes, 11 de octubre de 2011

Eslovaquia pone en peligro el rescate del euro

BRUSELAS.- Eslovaquia votó este martes por la noche en contra del refuerzo del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) de los países de la zona euro, lo que corre el riesgo de agravar la crisis de la deuda.

Los diputados eslovacos se pronunciaron en contra del refuerzo del fondo de la unión monetaria para hacer frente a la crisis. Este voto negativo se debe a las divisiones en la coalición en el poder.
Un partido miembro de la coalición gubernamental, el movimiento Libertad y Solidaridad (SaS), se negó a apoyar la ampliación del Fondo, privando así a la coalición de una mayoría para un voto favorable en el parlamento.
Estimando que los eslovacos son demasiado pobres para pagar los errores de los otros, Richard Sulik, el jefe de ese partido, se oponía al FEEF, a no ser que Eslovaquia se viese eximida de pagar su parte, algo a lo que Bruselas se opone tajantemente.
Los dirigentes europeos decidieron el 21 de julio dotar el FEEF con nuevos poderes aumentando su capacidad de préstamo hasta 440.000 millones de euros, lo que podría servir para recapitalizar los bancos europeos.
Pero para entrar en vigor, estas medidas tienen que ser ratificadas por los parlamentos de los 17 países de la zona euro, que se habían fijado de plazo hasta mediados de octubre.
Dieciséis países ya lo habían aprobado. Quedaba Eslovaquia.
Bratislava ya se había negado a participar en el primer plan de rescate a Grecia decidido en 2010.
El refuerzo del FEEF representa una contribución de 7.700 millones de euros para este pequeño país, que entró en la zona euro en 2009.
La Comisión Europea había ejercido presión indicando que esperaba un voto positivo para permitir garantizar "la estabilidad de la zona euro".
En el caso de que no se apruebe, la zona euro tendrá que volver al primer FEEF, dotado con una capacidad de préstamo inferior y privado de nuevos instrumentos que supuestamente permitirían impedir un contagio de la crisis a países como España e Italia.
Una de las principales prioridades de los países europeos es la recapitalización de los bancos más expuestos para evitar una propagación de la crisis al sector bancario, sobre todo en los países más amenazados como Francia, España e Italia.
Pero por más que todos estén de acuerdo en la necesidad de inyectar capital sobre la banca europea hay algunos puntos que resolver para presentar un plan que reciba el visto bueno de todos los países de la Unión Monetaria. El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, anunció que el miércoles entregará sus "propuestas" a la Comisión Europea para recapitalizar a los bancos.
En Atenas hubo al menos una noticia alentadora. La delegación tripartita compuesta por el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión Europea (CE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) anunció que ha "llegado a un acuerdo con las autoridades sobre la política presupuestaria y económica requerida para enderezar nuevamente el programa económico".
Cuando las conclusiones de la troika sean aprobadas por la Eurozona y el FMI "el tramo de 8.000 millones de euros estará disponible, probablemente a principios de noviembre", señala el comunicado.
En ese caso, Grecia podrá por fin recibir el último tramo del primer paquete de ayuda por 110.000 millones de euros, aprobado en mayo de 2010.
Pero la troika también señaló que el éxito del plan "sigue dependiendo de la movilización" por parte de los socios y acreedores privados del país.
El plan implica además duros recortes en Grecia y enfrenta fuertes resistencias entre la asfixiada población, que prevé una huelga general el 19 de octubre.

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