lunes, 3 de octubre de 2011

Juncker asegura que no se habla de suspensión de pago de Grecia ni de salida del euro

LUXEMBURGO.- El presidente del Eurogrupo, Jean-Claude Juncker, aseguró hoy que ningún país de la eurozona aboga por dejar que Grecia suspenda pagos o salga del euro.

"Tengo que negar firmemente todos los rumores de que Grecia podría decidir, o ser invitado a salir de la zona del euro y cualquier rumor sobre cualquier tipo de suspensión de pago" del país heleno, recalcó en la rueda de prensa posterior a la reunión de los ministros de Finanzas de la eurozona.
Por otra parte, los ministros de Finanzas del Eurogrupo han llegado a un acuerdo sobre las exigencias de Finlandia de que Grecia le de garantías a cambio de su participación en el rescate, informó Juncker. La estructura financiera del acuerdo es complicado, indicó por su parte el responsable del Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), el alemán Klaus Regling, e impondrá "un precio" a aquellos países que quieran garantías a cambio de su contribución al rescate, de manera que "es poco probable que algún otro país que Finlandia pida estos colaterales.
Finalmente, los ministros de Finanzas de la zona del euro acordaron hoy proponer al secretario de Estado alemán de Finanzas, Jörg Asmussen, como sucesor de su compatriota Jürgen Stark, quien deja su cargo como economista jefe del BCE, según informaron hoy fuentes diplomáticas.
El Consejo Europeo tendrá que aprobar por mayoría cualificada el nombramiento de Asmussen, previa consulta del Parlamento Europeo.
Los jefes de Estado y de Gobierno celebrarán su próxima cumbre del 17 y 18 de octubre.
Stark, miembro del comité ejecutivo del BCE desde el 1 de junio de 2006, abandonará su cargo antes de que concluya su mandato el 31 de mayo de 2014.
Stark, quien también es miembro del consejo de gobierno del BCE, permanecerá probablemente en su puesto hasta finales de este año.
El Banco Central Europeo (BCE) atribuyó a motivos personales la renuncia de Stark, de 63 años, pero los analistas interpretaron que fue fruto de las discrepancias con el presidente de la institución monetaria, Jean-Claude Trichet, y otros miembros de la directiva del banco, especialmente por la reanudación del programa de compra de deuda soberana de países de la eurozona, en particular de Italia y España.
Asmussen es un profesional con un claro perfil de tecnócrata que ha tenido un papel clave en la solución de crisis durante sus años en el Ministerio germano de Finanzas.
Al comienzo de esta legislatura, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, lo mantuvo como su "número dos" como secretario de Estado, pese a que Asmussen, de 45 años, pertenece al opositor Partido Socialdemócrata (SPD), y le encargó diseñar la estrategia para hacer frente a la crisis de la deuda griega.
Asmussen entró en el ministerio en 1996 a los 30 años, tras haber estudiado economía en Bonn con el que fue presidente del Bundesbank (banco central alemán) Axel Weber.
Desde entonces, ha trabajado con cinco ministros de tres partidos distintos, siempre en el terreno de la política monetaria.
Su carrera dentro del ministerio ha sido un ascenso constante: dos años después de su ingreso fue nombrado asesor del secretario de Estado, luego pasó a ser jefe de gabinete del ministro Hans Eichel, en los años de la alianza de gobierno, y durante la "gran coalición" Per Steinbrück le convirtió en secretario de Estado.
Asmussen asumió ese cargo justo en 2008, año en que estalló la crisis financiera internacional, y fue la eminencia gris de la estrategia para hacerle frente y el arquitecto del plan de salvación de los bancos alemanes.
Con respecto a la posición que pueda tomar dentro del BCE, se considera que puede ser más abierto a la política de compra de títulos de deuda soberana de países en problemas que lo que aparentemente era su antecesor.

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