lunes, 10 de octubre de 2011

Los beneficios de exigir una mayor capitalización a las entidades sistémicas superan a los costes, según el BIS

BASILEA.- Los beneficios derivados de exigir unos mayores niveles de capitalización a las 30 entidades consideradas de importancia sistémica, entre las que figuran las españolas Santander y BBVA, superan ampliamente al coste de aplicar esta medida, según refleja un informe elaborado por el Comité de Basilea y el Consejo de Estabilidad Financiera.

   "El análisis concluye que la transición hacia unos estándares
de capitalización más fuertes en las entidades con riesgo sistémico probablemente tendrá un impacto modesto de forma mayoritaria sobre el crecimiento agregado, mientras que los beneficios de reducir los riesgos de una dañina crisis financiera serán sustanciales", expone el análisis de la institución internacional con sede en Basilea.
   En concreto, los supervisores calculan para un marco temporal de aplicación de entre cuatro a ocho años unos costes "bastante pequeños" del orden del 0,06% del PIB por cada punto porcentual de capital adicional, que puede llegar al 0,10% si la política monetaria no logra atenuar la ralentización del crecimiento económico.
   Obviamente, los autores del informe apuntan que el impacto será mayor en el caso de que la aplicación de estas mayores exigencias de capital se concentren en un periodo de cuatro años en vez de ocho.
   En lo que se refiere al impacto macroeconómico acumulado de las medidas de capitalización de Basilea III para todas las entidades junto a las dirigidas a las firmas con riesgo sistémico asciende a un 0,34% del PIB.
   Por contra, el estudio concluye que "los beneficios permanentes del marco fijado para las estidades sistémicas proceden de la menor probabilidad de crisis sistémicas que puedan perjudicar de manera duradera a la economía".
   De hecho, los autores calculan que las exigencias generales de Basilea III y del marco particular para las entidades sistémicas tendrán un beneficio anual permanente del 2,5% del PIB, superando ampliamente los costes de las reformas.
   Una treintena de entidades, 24 bancos y 6 aseguradoras, componen la lista de firmas financieras que pueden llegar a representar un riesgo para el conjunto del sistema financiero mundial, por lo que deberán cumplir criterios de capitalización más estrictos que el resto del sector.
   Dicho listado fue elaborado en 2009 por los reguladores bajo los auspicios del Consejo de Estabilidad Financiera, creado ese mismo año por el G-20 y que incluye a seis aseguradoras (Axa, Aegon, Allianz, Aviva, Zurich y Swiss Re), así como a 24 bancos de Reino Unido, EEUU, Canadá, Japón y Europa continental.
   Además de BBVA y Santander, los bancos considerados "sistemicamente de riesgo" son los estadounidenses Goldman Sachs, JPMorgan Chase, Morgan Stanley, Bank of America Merrill Lynch y Citigroup, así como el canadiense Royal Bank of Canada; los británicos HSBC, Barclays, Royal Bank of Scotland y Standard Chartered; los suizos UBS y Credit Suisse; los franceses Société Générale y BNP Paribas.
   Asimismo, aparecen las entidades japonesas Mizuho, Sumitomo Mitsui, Nomura, Mitsubishi UFJ; las italianas UniCredit y Banca Intesa; el alemán Deutsche Bank y el holandés ING.

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