miércoles, 19 de octubre de 2011

La negociación sobre la eurozona está estancada, dice Sarkozy

PARÍS.- Los planes para afrontar la crisis de deuda de la eurozona se han atascado por el desacuerdo entre París y Berlín sobre cómo reforzar el fondo de rescate de la región, según dijo el miércoles el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

Sarkozy dijo a los parlamentarios franceses que la disputa está frenando las conversaciones y viajó a Fráncfort para hablar con la canciller alemana, Angela Merkel, en un intento de romper el punto muerto antes de una cumbre decisiva de líderes europeos el domingo.
Sin embargo, los dos líderes salieron de esa reunión sin hablar con los periodistas que esperaban.
Estaba previsto que Sarkozy volviera a París, donde su esposa, la cantante y ex supermodelo Carla Bruni, estaba en una clínica de maternidad y se creía que cerca de dar a luz al primer hijo de la pareja.
Una fuente de la presidencia francesa había dicho antes que los líderes francés y alemana se reunirían con otros jefes políticos de la eurozona y la directora del Fondo Monetario Internacional, Christine Lagarde, en un aparte de un acto para marcar el fin de la presidencia de Jean-Claude Trichet en el Banco Central Europeo.
Francia ha afirmado que la forma más efectiva de apalancar el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF) es convertirlo en un banco que pueda acceder a financiación del BCE, pero tanto el banco central como el Gobierno alemán se han opuesto.
"En Alemania, la coalición está dividida en este asunto. No es sólo Angela Merkel a quien tenemos que convencer", dijo Sarkozy a los parlamentarios en una reunión durante la comida, según Charles de Courson, uno de los asistentes.
Sus comentarios impulsaron las dudas sobre que los líderes de la eurozona acuerden un plan claro y convincente cuando se reúnan el domingo.
De no hacerlo, podrían socavar más la ya fracturada confianza de los mercados financieros en el bloque de la moneda única y su capacidad de superar dos años de una crisis de deuda que amenaza la viabilidad a largo plazo del euro.
Un alto cargo de la UE, implicado en la búsqueda de soluciones a la crisis, dijo que lo único que puede "romper el circuito" es que el BCE haga un compromiso explícito de que seguirá comprando deuda de países en problemas de la eurozona "tanto tiempo como sea necesario", algo que Trichet dijo que no pasaría.
Sin embargo, Barroso pareció respaldar una intervención semejante al decir en Fráncfort: "La intervención decisiva del BCE en el mercado secundario de bonos era y aún es un elemento crítico para asegurar la estabilidad financiera en la zona euro.
La incertidumbre sobre el futuro de la eurozona se intensificó cuando Moody's rebajó en dos escalones la calificación de la deuda española, un día después de que la agencia advirtiera a Francia de que su nota de triple A podría verse presionada.
En Grecia, el Parlamento dio su aprobación inicial a una nueva ronda de medidas de austeridad necesarias para evitar una suspensión de pagos que podría tener consecuencias en toda la zona euro.
La policía griega se enfrentó con manifestantes vestidos de negro frente al Parlamento mientras los trabajadores comenzaban su mayor huelga en años en protestas contra los recortes exigidos al país a cambio de la ayuda.
Merkel advirtió el martes por la tarde que los líderes no resolverán la crisis de deuda en una sola reunión y reiteró que los errores pasados no se solucionarán "de un golpe".
"Si el euro falla, Europa falla, pero no permitiremos eso", dijo en Fráncfort.
El primer ministro finlandés, Jyrk Katainen, añadió su voz a lo que parecía un esfuerzo por rebajar las expectativas al decir a la cadena pública YLE que no cree que la cumbre del domingo arregle la crisis de la eurozona.
Sin embargo, se mantiene la esperanza de que los líderes acuerden nuevas medidas para reducir la deuda griega, fortalecer el capital de los bancos con exposición a los bonos de economías en problemas de la eurozona, y apuntalar el fondo de rescate de la eurozona para impedir el contagio a economías más grandes.
"Ustedes conocen la posición francesa y nos estamos ateniendo a ella. Creemos que claramente la mejor solución es que el fondo tenga una licencia de banca con el banco central, pero todo el mundo conoce la reticencia del banco central", dijo a la prensa en Fráncfort el ministro francés de Finanzas, François Baron.
"Todo el mundo conoce también la reticencia alemana. Pero para nosotros, eso sigue siendo (...) la solución más efectiva", dijo.
Una fuente en el Gobierno alemán señaló que Berlín sigue oponiéndose con decisión a que el BCE respalde el fondo de rescate.

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