PARÍS.- Brasil pidió hoy a los países europeos que adopten decisiones que mejoren su gobierno para contribuir a una solución de la crisis económico-financiera mundial, y advirtió de que esta comienza a amenazar al comportamiento de los países emergentes.
El ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, explicó al finalizar la reunión del G-20 en París que los europeos tienen "asuntos que resolver" y que tienen que actuar "de manera decisiva para contener y superar su crisis financiera y de deuda soberana".
Y advirtió que la última oportunidad que tienen de hacerlo es su cumbre del próximo día 23, antes de la que celebrarán los líderes del G-20 en Cannes (sur de Francia) a principios de noviembre.
Mantega reconoció que los problemas de Europa tienen ya como consecuencia una reducción de los índices de crecimiento de las economías de los países emergentes, pero insistió: "se puede evitar (un mayor deterioro) con medidas europeas".
Las soluciones planteadas por Brasil están contenidas en un documento que la delegación de ese país hizo circular entre los reunidos en París con recetas para tratar de encontrar una solución a los problemas de los europeos.
Entre esas recetas están la realización de nuevas pruebas de resistencia a la banca europea, "para identificar a los bancos débiles"; una recapitalización que incluya en primer lugar un recorte de los dividendos pagados y las primas para sus directivos y una quita mayor de la anunciada en la deuda de acreedores privados con Grecia.
Además, Brasil plantea que se establezcan barreras de protección para Italia y España, incluyendo el anuncio con antelación de las medidas de intervención que decida en su momento el Banco Central Europeo porque "la experiencia enseña que a veces hace falta ir más lejos para responder a las crisis (...) con cantidades muy grandes".
La reforma de la gobernanza de Europa es indispensable, se afirma en el documento, que añade: "eso significa probablemente una mayor política fiscal y de sector financiero y una mayor unión política".
"La elección es decisiva" -según la posición brasileña- "y es eso o aceptar que los países europeos retrocedan hacia un acuerdo de menor integración, con la salida de los países más débiles de la eurozona".
"Los europeos tienen que mantener su cronograma de reformas", concluyó el ministro Mantega quien, en su intervención ante la prensa, defendió el reforzamiento del papel del FMI, algo de lo que se habló en París sin precisar un acuerdo que se deja para que se alcance eventualmente en la cumbre de Cannes.
Brasil, dijo Mantega, apoya que el Fondo Monetario Internacional (FMI) vea reforzada su capacidad de préstamo para el muy corto plazo y que para ello lo mejor sería aumentar el tamaño de sus recursos a través de acuerdos bilaterales.
Estos acuerdos, según la posición brasileña explicada por Mantega, podrían ser firmados por los países que estén dispuestos y sean capaces de "reforzar rápidamente la capacidad global del FMI" y por eso planteo que en Cannes se avance para proponer un "marco flexible" para dar lugar a esos acuerdos bilaterales.
Los países emergentes del G-20 -Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- se han mostrado últimamente dispuestos a ayudar a los europeos a través del FMI, pero otros como Estados Unidos y Alemania se han mostrado opuestos a esa vía.
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