sábado, 29 de octubre de 2011

Concluye la Cumbre Iberoamericana emplazando a los Estados a servir a sus ciudadanos

ASUNCIÓN.- La XXI Cumbre Iberoamericana ha concluido este sábado con la firma de la Declaración de Asunción, que hace un llamamiento a los Estados para que sirvan a sus ciudadanos, en particular en un contexto de crisis. También ha habido acuerdo en temas como la argentinidad de las Islas Malvinas, inmigración o el rechazo del bloqueo de Estados Unidos a Cuba.

   El presidente anfitrión, el paraguayo Fernando Lugo, ha sido el primero en firmar el documento, que destaca el papel que debe tener el Estado para servir a sus ciudadanos. En ese sentido, el Rey Juan Carlos de España  ha pedido a los Estados durante su intervención en la XXI Cumbre Iberoamericana una "adecuada gestión de lo público" con una administración "transparente y eficaz" que, a su entender, servirá para "responder a los desafíos" de los próximos años.
   En su discurso, el monarca ha reiterado la importancia de que globalización y Estado "vayan de la mano" y se apliquen propuestas que aseguren el "buen gobierno". En este sentido, ha señalado la necesidad de  contar con instituciones "sólidas a todos los niveles" para defender "el bien común y los intereses generales".
   "Es así como mejor podremos garantizar los derechos sociales y políticos, el sostenimiento de políticas públicas indispensables y el fortalecimiento de nuestros sistemas democráticos. El Estado tiene un papel clave que cumplir", ha afirmado.
   El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha protagonizado el momento polémico de la cumbre, al retirarse de la sala durante la intervención de la vicepresidenta del Banco Mundial para América Latina, Pamela Cox, por considerar que el organismo les ha "chantajeado".
   "No entiendo por qué, en este foro, tenemos que escuchar al Banco Mundial. Al menos que empiece pidiendo disculpas por el daño que ha hecho a América Latina y a los países pobres del planeta", argumentó Correa en sus razones para abandonar el salón principal del Centro de Convenciones de la  cumbre.
   Correa desoyó la petición de Fernando Lugo para que se quedara a escuchar a la representante de la institución económica internacional. "Para mala suerte de la señora Pamela Cox, el suscrito (Correa) llegó a Presidente de la República (de Ecuador) y expulsamos al representante del Banco Mundial", replicó Correa.
   "En un foro latinoamericano no tenemos por qué escuchar las cátedras de una señora que chantajeó abiertamente a mi país", añadió antes de despedirse de la sala, a la que volvió al término de la comparecencia de la vicepresidenta del Banco Mundial.

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