martes, 18 de octubre de 2011

El banquero Botín pide "no forzar" una recapitalización sin resolver la crisis de deuda

MADRID.- El presidente del Banco Santander, el español Emilio Botín, ha señalado que "no debe forzarse" una recapitalización "indiscriminada" del sector bancario europeo sin resolver de forma "definitiva" el problema de la deuda pública y la crisis que arrastra al euro. 

   "Poner en duda de forma generalizada la sostenibilidad de la deuda pública o del sistema financiero europeo puede llevarnos a una espiral imparable de crisis soberanas y bancarias", ha advertido Botín durante su intervención en la IV Conferencia Internacional de Banca que se celebra en la sede de la entidad en Madrid.
   No obstante, Botín ha admitido que es "posible" que algunas entidades afectadas por la crisis de la deuda pública griega, "o de los mercados en general", necesiten una "base más amplia" de capital.
   Ahora bien, el banquero español ha considerado "sin sentido" las propuestas de obligar a una recapitalización al conjunto de la banca europea, porque no respetan Basilea III e invalidan las pruebas de resistencia a las que se sometió al sistema financiero hace solo tres meses.
   "Crean inseguridad y confusión, y aumentan la incertidumbre en los mercados", ha argumentado Botín, para después lanzar una nueva advertencia sobre sus efectos: "Producirán una contracción del crédito".
   Para Botín, se debe "atacar de raíz" este problema, porque la crisis de deuda pública tiene que ser la "prioridad", pues "cualquier" recapitalización no serviría para recuperar la confianza y el crecimiento económico. 
   "El euro no tiene marcha atrás", ha sentenciado, para más tarde incidir a los líderes de la UE en que "hay que pasar a la acción", con el fin de asegurar una mayor coordinación de las políticas económicas en la Eurozona.
   En un repaso a la situación del sistema financiero europeo, el banquero, que ha advertido de que éste necesita "tiempo" para ajustarse a los cambios iniciados, ha rechazado de plano fijar una tasa a las transacciones financieras, la conocida como 'Tasa Tobin'.
   "No se pueden seguir añadiendo nuevas cargas al sector, como nuevos impuestos o requerimientos locales de distinta índole", ha explicado, por lo que ha reclamado una "pausa" en los procesos de regulación.
   El presidente del Santander ha justificado que hay que "frenar  el tren regulatorio" ante las reformas pendientes en otros "ámbitos distintos". Así pues, ha focalizado las reformas hacia el diseño de un marco de políticas macroeconómicas "estables y coordinadas".
   En este sentido, ha supeditado la recuperación de la confianza en los mercados financieros a una nueva arquitectura financiera internacional con una "verdadera capacidad" para anticipar riesgos y tomar medidas correctoras.
   De cara a la próxima cumbre del G-20, Botín ha considerado "fundamental" que sea posible la quiebra de "cualquier" institución, con el fin de que una entidad no viable pueda salir del mercado sin generar riesgo "sistémico" y así evitar la necesidad de recurrir a dinero público.
   Y es que para el banquero español, la preparación de planes de viabilidad y contingencia, los denominados 'living wills', son un ejercicio "valioso" tanto para las entidades como para los supervisores.
   Entre los riesgos que afronta la economía mundial, y en la línea de evitar nuevas normas que "perjudiquen" a la banca, Botín ha avisado de que está "en peligro" la capacidad de recuperación, para lo que ha reivindicado: "No hay economía sana sin banca sana".

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