lunes, 3 de octubre de 2011

El Ibex pierde un 2,26% arrastrado por Grecia

MADRID.- El Ibex 35 ha perdido un 2,26% al cierre de la sesión y ha bajado hasta la cota de los 8.353,8 puntos arrastrado por las dudas que ha generado Grecia en los mercados al reconocer que no cumplirá los objetivos de déficit planteados por la 'troika' --la UE, el BCE y el FMI--.

   Las mayores caídas las han registrado OHL (-3,85%), FCC (-3,76%), Técnicas Reunidas (-3,63%), BBVA (-3,56%), CaixaBank (-3,56%), Banco Santander (-3,50%), Repsol YPF (-3,38%) y Mediaset (-3,22%), todas ellas por encima del 3%.
   Bolsas y Mercados (-2,69%), Inditex (-2,38%) y Sabadell (-2,38%) han registrado bajadas superiores a la caída media del Ibex, mientras que Banco Popular se quedó ligeramente por encima del 2%, con un descenso del 2,16%.
   De hecho, solo escaparon de las pérdidas Ebro Foods (+3,31%),  Sacyr-Vallehermoso (+2,86%), Gamesa (+2,25%), IAG (+1,18%) y Arcelor Mital (+0,87%).
   Bankia, por su parte, que debutó esta mañana con una bajada del 1,64%, hasta los 3,604 euros por acción, cerró la jornada con el mismo descenso, inferior a la caída general del Ibex.
   Las ventas también se impusieron en el resto de principales plazas del Viejo Continente, con caídas del 2,41% para Francfort, del 2,4% en Portugal, del 2,01% para París, del 1,3% en Italia y del 1,11% para Londres.  
   En el mercado de divisas, la moneda común europea caía por debajo de los 1,33 dólares y se situaba en niveles que no alcanzaba desde mediados del pasado mes de enero.
   Por su parte, la prima de riesgo ofrecida a los inversores por los bonos españoles, que esta mañana llegó a rozar los 338 puntos básicos, cerró la jornada en 331 puntos, con un rendimiento del 5,131%, mientras que la italiana se situó en 373,7 puntos, con una rentabilidad del 5,550%.
La admisión por parte de Grecia de que no alcanzará sus objetivos de déficit este año y el próximo pese a las duras medidas austeridad adoptadas llevó a los mercados a descarriarse el lunes, y reavivó las dudas sobre la entrega de un segundo tramo de créditos internacionales para el país.
Las sombrías noticias que llegan desde Atenas reavivaron los temores de un impago y pesaron en las negociaciones entre los ministros de Finanzas de la eurozona este lunes en Luxemburgo acerca de los próximos pasos a dar para intentar resolver la actual crisis de deuda soberana del bloque.
El sector bancario europeo sufría las peores caídas en bolsa por los temores de que los tenedores privados de bonos estatales griegos sean forzados a absorber mayores pérdidas que las acordadas en un plan de créditos de julio basado en unas previsiones de crecimiento más optimistas.
Las cifras de un borrador de presupuesto conocido el domingo mostraron que el déficit sería del 8,5 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB) este año, muy por encima del 7,6 por ciento acordado para el programa crediticio para Grecia por parte de la UE y el FMI, y del 6,8 por ciento en 2012, frente al objetivo del 6,5 por ciento, porque la economía se contraerá más de lo que se pensaba.
El viceministro de Finanzas, Pantelis Oikonomou, descartó el impago, diciendo que los inspectores de la UE y el FMI habían "esencialmente terminado" las negociaciones para dar a Grecia un pago crucial de 8.000 millones de euros en créditos este mes para evitar la bancarrota.
Sin embargo, una fuente cercana a la inspección de la "troika" de acreedores internacionales dijeron que las negociaciones no estaban concluidas, y que los inspectores aún estaban examinando las cifras del presupuesto y otras reformas requeridas para el desembolso del préstamo.
Los 17 ministros de la eurozona no tomaron ninguna decisión el lunes sobre la liberación de los fondos, que se necesitan para pagar los salarios y las pensiones de octubre, debido a que la "troika" aún no entregó su informe. Esto de decidirá en una reunión especial del 13 de octubre.
La declaración de que las necesidades de fondos de Grecia el año que viene serán mayores a lo previsto en julio --cuando se acordó un segundo tramo de préstamos por 109.000 millones de euros-- reabre un tenso debate acerca de quién debe pagar, los contribuyentes o los financiadores.
El presidente del Deutsche Bank, Josef Ackermann, jefe del Instituto Internacional de Finanzas (IIF), que negoció un canje "voluntario" de bonos por parte de los inversores como parte del plan de rescate, advirtió el fin de semana de los riesgos de cambiar los términos acordados.
"Si reabrimos el acuerdo voluntario del 21 de julio, no sólo vamos a perder un tiempo precioso, sino muy probablemente también apoyo de inversores privados", dijo Ackermann a la edición dominical del diario griego Kathimerini.
"El impacto de tal medida será incalculable. Por eso advierto de la manera más enérgica frente a cualquier revisión material", dijo.
Los tenedores privados de bonos acordaron una quita del 21 por ciento en sus posesiones de deuda griega, pero la UE y autoridades alemanas han sugerido que el recorte podría tener que ser incrementado a la luz de las nuevas necesidades de financiación y las cambiantes condiciones de mercado.
"En última instancia, Grecia necesitará ver su deuda reducida aún más, y para eso se necesitará probablemente algún tipo de apuntalamiento por parte del sector bancario", dijo Alec Letchfield, jefe de inversiones de HSBC Asset Management.
La resistencia política a destinar más dinero público a los rescates de la eurozona está creciendo en el norte de Europa.
"Grecia está en quiebra", dijo Michael Fuchs, parlamentario del partido Democristiano de la canciller alemana, Angela Merkel, reflejando el ambiente cada vez más habitual en Berlín.
"Probablemente no haya otra cosa que hacer que aceptar que al menos una quita del 50 por ciento de sus deudas", dijo Fuchs al diario Rheinische Post.

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